Uno de los conciertos que estaban programados en el Marenostrum de Fuengirola para la temporada estival era el que ofrecería Danza Invisible en el idílico entorno del Castillo. Mi mujer y yo habíamos pensado en ir al concierto pero no terminamos de decidirnos. Los días fueron pasando y poco a poco la fecha del concierto se aproximaba. Anunciaron que quedaban pocas entradas a la venta y nos entró casi de repente unas ganas renovadas de acudir al concierto.
De manera que compramos un par de entradas, se lo dijimos a unos amigos, y sin comerlo ni beberlo nos juntamos unas cuantas parejas de amigos. Era verdaderamente un concierto especial. Se había programado como la repetición de un concierto de 1989, que Danza Invisible había ofrecido en la Plaza de Toros de Fuengirola bajo el sugerente nombre de La Noche Rosa. 30 años que se dice pronto. Yo estuve en ese concierto. Un día fue Danza Invisible y otro Los Ronaldos, o eso creo recordar, que ya sabemos que los recuerdos son caprichosos a veces.
Pero el concierto no sólo era especial por volver a vivirla 30 años más tarde, sino que además iban a tocar arropados con la Fuengirola Very Big Band. La mezcla de vientos con las canciones de Danza Invisible funcionaron estupendamente.
La noche agradable, la estupenda compañía, la cerveza fría y la música lograron en conjunto que disfrutáramos de una noche maravillosa e inolvidable.
Pd: Ah, se me olvidaba comentar que también repitieron los mismos teloneros, que fueron Currito y Los Escombros.
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