viernes, 12 de diciembre de 2014

Escabullirse de la monotonía

Huir de la pesarosa rutina diaria es tanto un deseo como una necesidad. Eludir los habituales quehaceres cotidianos y las tareas repetitivas, escapando, aunque sólo sea una pequeña porción de tiempo, de la realidad cíclica de los días es uno de los regalos más jugosos de la vida. Conseguir librarse de los horarios extenuantes, de las responsabilidades, de la sensación insistente de que una vez tras otra los días se repiten, puede ser tan necesario como el agua para saciar la sed.

Por eso, cada cierto tiempo uno ha de buscar una alternativa a la monotonía, un cambio liberador, un giro vital breve, casi insignificante, pero que en cambio puede significar una satisfactoria y reconfortante liberación.

Llevarlo a cabo es tan complicado como sencillo, tan imposible como real, tan fácil como hacer camino al andar. Sólo hay que quererlo de verdad, el resto es cuestión de prioridades. Piénsenlo bien.


No hay comentarios: