jueves, 9 de febrero de 2012

Una Westmalle

La primera y única vez que recuerdo haber probado una cerveza Westmalle Tripel -cerveza que ostenta el privilegio de ser la primera en utilizar el término tripel- fue este pasado verano en Bruselas. Disfrutábamos de un día caluroso y soleado, lo que, según parece, es algo raro por aquellos lares. Sucedió después de llevar toda la mañana caminando, justo al finalizar nuestra visita al Centro Belga del Cómic, encontramos un restaurante con asientos cómodos que además gozaba de una amplia carta de cervezas. Elegí una Westmalle Tripel para comenzar y una Orval para terminar, pero la que me trae hoy a este blog es la primera, otro día os presentaré la Orval.

La Westmalle Tripel es una cerveza rubia potente, con un 9,5 % del volumen de alcohol, y un aroma afrutado al inicio que se descubren en matices anaranjados una vez tirada a la copa. Posee una espuma densa y al ponerla en los labios se puede apreciar que es una cerveza quizás algo más dulce de lo usual, y que el amargo final aunque es largo es muy tenue. Resulta una cerveza muy sabrosa y les aseguro que si la tuviera más a mano la pediría muy a menudo.

Está incluida dentro del tipo de cervezas etiquetadas como trapenses -sólo existen siete en el mundo- que son aquellas que han sido elaborada en monasterios de monjes trapenses, y su elaboración mantiene los cánones de las cervezas de abadía. En el monasterio Westmalle también se elabora queso con leche de vaca del monasterio, y presumen de no utilizar ningún tipo de colorantes ni de conservantes, con la curiosa particularidad de que el color del queso depende de los alimentos que tomen las vacas en cada momento.

Si tienen la suerte de encontrársela en la estantería de un supermercado, o en la carta de un restaurante no duden que acertarán pidiéndola, pues es un acierto seguro. ¡Que tengan suerte!

2 comentarios:

David dijo...

Estando en Varsovia, me acordé bastante de ti, ya que el gerente de KV Polonia, un chico de 26 años, con el que yo iba a todas partes (a comer, a ver los partiditos del Madrid, a tomar copitas en las discos...) era muy de cervezas, y siempre que tomaba una, claro, cerveza polaca, me acordaba de ti y en que seguro que te habría gustado probar (por lo menos probar) las cervezas de allí, que según me cuenta este chico, están bastante bien .

Saludos

Salva dijo...

Supongo que me has traído alguna, o si no, me la traerás. No espero menos de ti.

Saludos