Hoy voy a presentarles una cerveza que probé por primera vez, que yo recuerde, allá por agosto de 2005, en Praga. Como pueden suponer es una cerveza checa, una Staropramen, que es posiblemente junto con la cerveza Pilsner Urquell la más popular del país.
Sobre el botellín de un distinguido color verde, en la etiqueta de diseño inolvidable con el fondo del castillo de Praga, se afirma que se fabrica en la capital checa desde 1869.
Es una cerveza algo más oscura de lo habitual, con un sabor intenso al principio, quizás algo fuerte para paladares delicados, con una espuma poco consistente y con un tamaño de burbuja considerable y con un 5% de alcohol.
Todavía recuerdo la primera vez que pedí una cerveza en una restaurante en Praga, al poco de aterrizar, lo hice levantando un dedo algo dubitativo, a la par que le decía al camarero la palabra "pivo" temiendo no ser entendido. Decidí seguir todo el viaje pidiendo las cervezas así, sin especificar la marca, dejándome sorprender. ¡Qué buenos recuerdos!
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