Anoche volví a ver, años más tarde, una película en versión original en inglés, aunque subtitulada en español. Mi mujer llevaba bastante tiempo sugiriéndome hacerlo, yo, en cambio, intentando esquivar la ocasión.
Me ocurre que no pillo parte de los diálogos, y, en consecuencia, ando toda la película como a remolque, intentando descifrar qué fue lo que quiso decir el actor en la escena anterior. Supongo que es cuestión de práctica, o más bien de oído, y en mi caso, además, puedo añadir mi pobre vocabulario.
Todo empezó cuando yo propuse ver esa película, pero a ella no la entusiasmaba, así que para despertar su interés sugerí verla en inglés. Y ya ven, no fue tan mala idea. Pienso hacerlo más a menudo.
Al menos por una vez los dos nos salimos con la nuestra.
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