Hace tiempo que no hago una entrada de música en este blog, y hoy me apetece un poco de rock, como casi siempre. Algo que no necesite una introducción muy amplia, algo para ir directo al ajo.
Ese algo que no necesita muchas presentaciones es Nick Cave y su grupo paralelo Grinderman, en el que se ha dejado de ñoñerías y ha hecho un disco tremendamente crudo, que no es nuevo, pero suena como si un reverendo de voz profunda de un pequeño pueblo ballenero decidiera mandar en busca de la muerte a todos su feligreses.
Y es que para hacer el disco que se ha marcado el bueno de Cave con los Grinderman hace falta mucha mala leche, experiencia y, sobretodo, no seguir tendencias. Ahí lo llevan:
Maldita sea, es adictivo, os coloco otro y fíjense en la miniguitarra que se calza el pavo que lo acompaña, y los pantalones rosa del batería. Joder, qué me gusta esta canción.
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