jueves, 5 de noviembre de 2009

Mazapanes

Las navidades pasadas, casi todas las tardes, después de comer y antes de irme al trabajo me echaba a la boca un mazapán, para endulzar el caminito. A ese ritmo, desaparecieron rápido las existencias de casa, así que decidí acercarme al supermercado a comprar otra cajita. Ya no quedaban. ¡Vaya desagradable sorpresa!

Hacía mucho tiempo que no me llevaba un chasco tan grande al ir al supermercado y no encontrar lo que quería. Me dijeron que se agotaron pero que traerían más. Así que esa tarde me quedé sin mazapanes, pero con el firme propósito de volver en un par de días.

Dos días más tarde volví a supermercado y tampoco había, me dieron la misma contestacion de días anteriores: mañana o pasado se repondrá. Decidí cortar por lo sano y fui a una pastelería donde finalmente pude hacerme con ellos y así saciar mi antojo navideño.

Este año, por si acaso, ya he comprado dos cajas. ¡Ea!

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