Tened siempre presente a la hora de haceros un tatuaje que sabéis deletrear correctamente lo que pretendéis perpetuaros en la piel. Ojo, y que el tatuador sepa leer. Porque hay cada uno que vaya...
Y es que no me quiero imaginar la carita que se le tiene que quedar a uno cuando se da cuenta del error. Arrrgg!!!
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