Fue Jonathan Swift, el famoso escrito irlandés, autor de Los viajes de Gulliver el que dejó escrito que "los mejores médicos del mundo son: el doctor dieta, el doctor reposo y el doctor alegría". Estoy total y plenamente de acuerdo con la afirmación, y por eso, este fin de semana he realizado una cura a lo Jonathan Swift.
La dieta fue a base de carne roja a la parrilla, cerveza en jarra de medio litro, patatas fritas y helado de turrón. El reposo ha sido un fin de semana sin internet, sin mirar el ordenador ni de lejos, si no paseando bajo un magnífico cielo azul por el paseo marítimo de mi localidad, agarrado de la mano de Miss Alegría. Es decir, agarrando la mano de mi pequeña de casi tres años, que es todo divertimento y tiene el don natural de hacerme volver a disfrutar de las cosas simples de la vida.
La dieta fue a base de carne roja a la parrilla, cerveza en jarra de medio litro, patatas fritas y helado de turrón. El reposo ha sido un fin de semana sin internet, sin mirar el ordenador ni de lejos, si no paseando bajo un magnífico cielo azul por el paseo marítimo de mi localidad, agarrado de la mano de Miss Alegría. Es decir, agarrando la mano de mi pequeña de casi tres años, que es todo divertimento y tiene el don natural de hacerme volver a disfrutar de las cosas simples de la vida.
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