El viernes nos levantamos algo más tarde que el día anterior y repetimos el desayuno hipercalórico. El día estaba algo más nublado pero no parecía que fuese a llover. Cogimos junto al hotel el autobús de la línea 3 que nos llevaría hasta la mismísima puerta del Colosseum. Como habíamos sacado la Roma Pass el primer día en el aeropuerto, no pagamos entrada ni hicimos colas, que sí había. La Roma Pass es muy recomendable, pues cuesta 20 € por persona y además de incluir transportes tiene descuento en muchos sitios de interés. El Coliseo "gratis". El Coliseo es la primera de las 7 nuevas maravillas del mundo que visito. Espero verlas todas algún día. ¿Quién sabe? En el maravilloso Coliseo nos hicimos las típicas fotos y grabamos un poco con el vídeo.
A la salida admiramos el Arco del Triunfo de Constantino I El Grande y paseamos por el Foro. Todo esto con la guía en la mano e imaginando con los ojos abiertos cómo sería pasear en toga y con sandalias acompañado por Marco Antonio y Bruto, escuchándolos hablar de conspiración contra Julio César, para luego tomarme un vino de un sestercio junto a Plutarco y aprender de sus labios aquello de: "La mente no es un vaso para llenar, sino una lámpara para encender", dándome cuenta de cuanto de lo que hoy somos nació allí.
Desde el foro subimos hasta el Campidoglio, que es el nombre de una de las siete colinas de Roma. En la piazza del Campidoglio, reformada por Miguel Ángel, está la reproducción de la estatua ecuestre de Marco Aurelio. Después de descansar en los escalones de entrada a los museos capitolinos bajamos por la escalera Cordonata, que permitía el acceso a la plaza sin desmontar. Giramos a la derecha hacia el Monumento a Víctor Manuel II , desde donde tuvimos unas excelentes panorámicas de la Plaza Venecia. El tiempo seguía empeorando y nos temíamos lo peor. Cogimos un autobús y después un metro hasta la Plaza de España donde estaba lloviendo. Decidimos aprovechar el mal tiempo para ir a comer, por el camino le compramos un paraguas a un chino, tras regatear el precio -hay cosas que nunca cambian- por 3 euros. Vimos un Mc Donald's y me tomé por primera vez unas patatas Vertigo, con una sorprendente forma de espiral, y una hamburguesa tirolesa, acompañado todo por una birra.
A la salida admiramos el Arco del Triunfo de Constantino I El Grande y paseamos por el Foro. Todo esto con la guía en la mano e imaginando con los ojos abiertos cómo sería pasear en toga y con sandalias acompañado por Marco Antonio y Bruto, escuchándolos hablar de conspiración contra Julio César, para luego tomarme un vino de un sestercio junto a Plutarco y aprender de sus labios aquello de: "La mente no es un vaso para llenar, sino una lámpara para encender", dándome cuenta de cuanto de lo que hoy somos nació allí.
Desde el foro subimos hasta el Campidoglio, que es el nombre de una de las siete colinas de Roma. En la piazza del Campidoglio, reformada por Miguel Ángel, está la reproducción de la estatua ecuestre de Marco Aurelio. Después de descansar en los escalones de entrada a los museos capitolinos bajamos por la escalera Cordonata, que permitía el acceso a la plaza sin desmontar. Giramos a la derecha hacia el Monumento a Víctor Manuel II , desde donde tuvimos unas excelentes panorámicas de la Plaza Venecia. El tiempo seguía empeorando y nos temíamos lo peor. Cogimos un autobús y después un metro hasta la Plaza de España donde estaba lloviendo. Decidimos aprovechar el mal tiempo para ir a comer, por el camino le compramos un paraguas a un chino, tras regatear el precio -hay cosas que nunca cambian- por 3 euros. Vimos un Mc Donald's y me tomé por primera vez unas patatas Vertigo, con una sorprendente forma de espiral, y una hamburguesa tirolesa, acompañado todo por una birra.
2 comentarios:
Una pregunta... ¿no crees que eld esayuno, más que calorífico sería calórico?... bueno, en este caso, hipercalórico, no? No sé yo si existe la palabra calorífico...
Bueno, pues la verdad es que se agradecen estas entregas, parece que fuera ayer cuando yo también paseaba por los mismos lugares que vosotros, y es bonito que, a base de veros por allí, yo también me vea...
Un abrazo
Pues tienes razón. Ciertamente mi intención era decir calórico o mejor todavía hipercalórico no calorífico como apuntas.
Según la Real Academia Española (RAE), en su diccionario dice:
calorífico, ca.
(Del lat. calorifĭcus).
1. adj. Que produce o distribuye calor.
2. adj. Perteneciente o relativo al calor.
Si miramos calórico:
calórico.
(De calor).
1. m. Fís. Principio o agente hipotético que se creyó causante de los fenómenos del calor.
2. m. Sensación de calor.
Yo si sabía de la existencia de la palabra calorífico, por la energía calorífica de los cuerpos, eso me despistó. Gracias por la corrección. Se agradece el interés.
Publicar un comentario