jueves, 18 de junio de 2015

Marilyn Monroe 30

El mes de junio es el mes en el que normalmente comienzo las grandes lecturas. En realidad lo hago -o al menos lo intento- tanto en junio como en diciembre. Junio es un mes propicio para libros de esos que todos queremos leer pero que nunca encontramos el momento. En algún sitio leí que dichas novelas se pueden comparar a las altas montañas por escalar, los ocho miles que todo alpinista ha de alcanzar. Novelas que son referencias, grandes destinos turísticos de los lectores. Moby Dick, Ulises, La montaña Mágica, Los Miserables, Anna Karenina,... requieren un tiempo despejado de interrupciones, porque una vez subido el primer escalón, comienza la cuesta abajo y no querremos que nada nos distraiga en la bajada hacia la cumbre final, por eso junio, antesala de las vacaciones, nos predispone con una anchurosa claridad para los grandes retos.

Aunque este año aún no he decido qué ocho mil voy a subir.


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