viernes, 20 de marzo de 2015

Marilyn Monroe 27

Anoche terminé de ver un documental sobre Marilyn Monroe que me gustó bastante. Comencé a verlo la noche anterior, pero se estaba haciendo demasiado tarde y tuve que dejarlo casi por la mitad. Me agradó verlo en versión original y poder escuchar así la auténtica voz de Marilyn, porque aunque ya la había escuchado antes en alguna película, no es lo mismo escuchar su voz actuando que cuando no lo hace, como por ejemplo cuando afirmó que se sentía enamorada de Arthur Miller, o que había roto su contrato con la Fox, o simplemente saludando, dando las gracias o bromeando con un periodista.

Es posible que la voz de las personas sea el nexo más directo con su sensibilidad. El timbre de voz, la dulzura en las expresiones, y algo que no sé explicar bien, mostraban y ocultaban al mismo tiempo una gran parte de la personalidad de Marilyn. Su sentimientos parecían estar siempre flotando a flor de piel.

Hay quien afirma que Norman Jean Baker fue una víctima de Marilyn Monroe, y puede que fuera cierto, puede que aquella joven nacida en Los Angeles, ingenua y atrevida, consiguiera alcanzar sus sueños como Marilyn Monroe, pero... ¿valió la pena alcanzar sus sueños? ¿o, una vez alcanzados, resultaron no ser lo que ella esperaba? Sea como fuere Marilyn parecía -o esa sensación me da a mí- estar muy enamorada, o muy dolida, o muy entusiasmada o muy al borde de un precipicio. Siempre daba la impresión de vivir al límite de los sentimientos. Debió ser duro vivir sintiendo tan en los extremos y mantenerse alejada del equilibrio intermedio.


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