La tercera aventura del capitán Alatriste, mi favorita de las tres primeras, se sitúa en Flandes, en las batallas que condujeron a la rendición de Breda, años más tarde pintada por el pintor favorito de nuestro rey Felipe Cuarto, don Diego Velázquez.
El joven Íñigo de Balboa, mochilero del tercio viejo de Cartagena, será testigo excepcional de los históricos acontecimientos del asedio por las tropas españolas del sitio de Breda.
Sólo puedo decir que no se me ocurre mejor manera para recordar aquellos tiempos amargos, donde la miseria rodeaba a los tercios españoles, que disfrutar leyendo de esta tercera aventura en la que los protagonistas se las verán con el enemigo cara a cara, en caponeras, realizando encamisadas en oscuras noche sin Luna, o destruyendo el dique de Sevenberge o luchando por una bandera ajedrezada de azul y blanco junto al fuerte Terheyden.
El joven Íñigo de Balboa, mochilero del tercio viejo de Cartagena, será testigo excepcional de los históricos acontecimientos del asedio por las tropas españolas del sitio de Breda.
Sólo puedo decir que no se me ocurre mejor manera para recordar aquellos tiempos amargos, donde la miseria rodeaba a los tercios españoles, que disfrutar leyendo de esta tercera aventura en la que los protagonistas se las verán con el enemigo cara a cara, en caponeras, realizando encamisadas en oscuras noche sin Luna, o destruyendo el dique de Sevenberge o luchando por una bandera ajedrezada de azul y blanco junto al fuerte Terheyden.
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