sábado, 20 de julio de 2024

¡Clélia de vuelta en España!

Aterrizaron Sofía y Miguel desde París sobre las once de la noche, y con ellos vino Clélia. Ahora le tocaba a ella practicar el español durante una semana. Nos contó que venía con ganas de sol y de playa y en realidad eso es lo que le esperaba, aunque también le tocó ver la final de la Eurocopa en casa.

El primer día la llevamos a desayunar churros con chocolate, que según dijo en su primera visita era una de las cosas que más le gustó. Como llegaron desde Francia un sábado por la noche, ese primer día pude acompañarlas a las actividades, pero luego a otras no me fue posible. C'est la vie. Ese día fuimos a comer al K'udamm, en lo que fue la previa al partido de la final. Los nervios estaban a flor de piel.

La final la vimos en casa, y por suerte España ganó la Eurocopa a Inglaterra con goles de Nico Williams y Mikel Oyarzábal, y tras el partido Clélia pudo acompañar a Sofía a dar una vuelta por Fuengirola para ver la celebración. Miguel estaba como loco. Como el corazoncito de Clélia ya es un poco español, yo creo que disfrutó de la victoria, aunque me temo que a Clélia el fútbol ni le va ni le viene. Pero bueno, es un recuerdo que tendrá.

Al día siguiente por la mañana descansaron. Pepi les hizo una paella en casa y por la tarde fueron a la playa, pero no podían estar mucho tiempo porque por la noche salimos con unos amigos a cenar a una pizzería, Casa Pasta, en Fuengirola. Terminamos paseando fresquitos por el Paseo Marítimo y tomando un helado que terminara de refrescarnos.

El día siguiente era el día del Carmen, y Clélia pudo vivir al completo la Festividad del Carmen y pudo ver la procesión con la Virgen entrando en el mar y también los fuegos artificiales. Sofía nos contó que le había impresionado mucho.

Cada día una actividad. Para ese día Sofía y Clélia fueron a visitar el Bioparc de Fuengirola, que es el Zoo de Fuengirola, que a mí personalmente me encanta. Disfrutaron viendo el acuario nuevo y algunos de los muchos animales que tiene en semilibertad. Luego fueron a dar un paseo por Fuengirola con las amigas de Sofía y a cenar algo, para acabar con un helado, que con el calor que hacía es casi obligatorio.

Como teníamos la intención de hacer cosas distintas a la visita anterior de Clélia, fuimos al puerto de Málaga para realizar un paseo en catamarán por Málaga, aunque Clélia nos dijo que ya había montado en otra ocasión en catamarán. Seguidamente visitamos el exterior del Pompidou pero pensamos que para ella sería mejor visitar el Carmen Thyssen, y ya pues nos quedamos a cenar en Málaga.

Sofía tenía previsto, desde hace bastante tiempo, asistir a un festival que se llama Puro Latino, así que comimos en casa y por la tarde, cuando Sofía se fue, Pepi y Clélia fueron a la playa y por la noche, donde ya pude unirme, salimos a cenar a un restaurante de comida asiática, en los que también nos acompañó Claudia, que así pudo conocer a Clélia. Y seguidamente todos fuimos a tomar un helado.

Al siguiente día, Sofía, Clélia y Miguel fueron al Parque Acuático, en el que también estuvo nuestro sobrino Dani. Les encargamos que tuvieran mucho cuidado de que Clélia no se quemase la piel al sol, pues ella tiene la piel muy blanca. Se ve que nos hicieron caso y se puso bastante crema protectora, porque se puso coloradita, pero no se quemó. Esa misma tarde vino Magali en avión y, tras recogerla en el aeropuerto, pudimos ir los seis juntos a cenar al Mesón El Torillo, donde, a mi juicio, pasamos una estupenda velada y comimos muy bien.

El último día, antes de coger un avión que las llevara de vuelta a La France, para disfrutar de una despedida en condiciones, fuimos de nuevo a desayunar churros con chocolate! Fue complicado llevarla a muchos sitios porque a mí me pilló trabajando y porque con el calor tampoco se pueden hacer muchos planes distintos a los que incluyan algo fresco.

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