martes, 30 de marzo de 2010

La naturaleza es ...

Navegando por la red te puedes encontrar cualquier cosa, o casi. Te encuentras cosas que evidencian otras. Fotos que te hacen reír. Chistes y mucho porno. Palabras que te hacen pensar y otras que asientan en buen acomodo lo que tú ya sabías. ¿verdad?

La Naturaleza es Sabia. Y, quién diga lo contrario miente, o es ciego, o ha perdido completamente el sano sentido común. Aquí cuelgo una foto que da fe de ello.

domingo, 28 de marzo de 2010

Rage Against The Machine

Hace tiempo que no cuelgo un post musical, así que hoy me apetece contarles una de mis batallitas: corría el año 97, yo tenía apenas 24 años recién cumplidos y junto con un amigo nos escapamos a Granada para ver un concierto de los Rage Against The Machine. Uno de los grupos de rock del momento. Los teloneros fueron Hamlet. Aquel concierto aún lo recuerdo como el más brutal al que jamás he ido.

El conductor de autobús tuvo que parar 4 ó 5 veces desde Málaga a Granada porque se sentía mareado de tantos porros que se estaba fumando dentro del autobús. Añadir que también corrían rondas de chupitos de Jack Daniels entre los asientos. Menudo desmadre de autobús. Fue verdaderamente una situación ahora irrepetible.

El concierto fue bestial. Aguantamos las primeras 5 ó 6 canciones en la parte cercana al escenario, entre empujones, patadas y avalanchas. La gente se subía al escenario para luego tirarse a lo Tarzán sobre el público. Había chicas, tetas al aire, en hombros, peña metiéndose rayas en los asientos de grada del Palacio de los Deportes, alcohol y porros de boca en boca. Nosotros nos fuimos a una de las barras a tomarnos unas cuantas cervezas para recuperarnos un poco.

Durante el concierto Zack de la Rocha -el cantante-, se lanzó sobre el público y un negro con dimensiones de armario empotrado bajó para devolverlo al escenario repartiendo hostias a tutiplén. Afortunadamente, ya estábamos sentados en la grada. Un espectáculo.

Cuando terminó el concierto tuvimos que esperar más de dos horas para volver, porque más de uno volvió escayolado, cojo, o con un vendaje en la cabeza. El parte de heridos no fue corto. Lo aseguro. Volvimos la mitad.


jueves, 25 de marzo de 2010

El tren acuático

Imagino la conversación en la cabina del tren: Vamos a ver, que he dicho que voy, y voy. No se hable más. ¡Que me quedan tres paradas para terminar la jornada, coño! Toco el pito y que se aparten.



¡Increíble!

martes, 23 de marzo de 2010

Lunes maldito

Hay días que empiezan mal pero acaban peor. Días en los que se te estropea la cámara de fotos, o tu móvil deja inesperadamente de funcionar, o peor aún, tu coche luce desde ese día un porrazo en todo el lateral. Pues cuando todo esto ocurre el mismo maldito día, como me ocurrió a mí ayer, cumpliendo inintencionadamente las leyes de Murphy, lo mejor es ir a la peluquería e intentar aprovechar ese inexplicable empuje de energía renovada que da un buen corte de pelo.

Odio este lunes.

domingo, 21 de marzo de 2010

El año del diluvio

La segunda novela que me he leído de Eduardo Mendoza es El año del diluvio. También, como la anterior, es una novela corta y no está falta de humor, aunque en ésta es menos descarado, pero más sutil y crítico.

Se cuenta la bonita y atrevida historia de un amor imposible, el de sor Consuelo, encargada de llevar adelante el proyecto de mejora de un ruinoso hospital, con el cacique de San Ubaldo de Bassora, Don Augusto Auxelà, mujeriego, rico y solterón. Las historias ocultas e inesperadas, los giros que van surgiendo durante el desarrollo de la novela hacen que se incremente la emoción y la intensidad de la trama conforme se va acercando la lectura a la última página.

Añadir que existe una versión cinematográfica dirigida por Jaime Chávarri, que espero ver pronto.

Nota: Ya he comenzado a leer mi tercera novela de Mendoza.

viernes, 19 de marzo de 2010

Wall of death

He visto algunos espectáculos locos, pero pocos como éste:



Con un par. Estos indios están loquísimos.

Pink-hamma'

¿Tener un Hammer para esto!

¡Madrecita mía!

jueves, 18 de marzo de 2010

La rusa

Hoy me apetece contarles una anécdota que la semana pasada mi mujer y yo rememorábamos. Ocurrió hace ya unos cuatro o cinco años. Sitúense:

Ciudad costera mediterránea, verano, alrededor de las dos de la tarde, el sol dando pellizcos. Mi señora y yo decidimos hacer un alto a la sombra de una terraza para descansar y humedecer el gaznate y, de paso, echar algo de alpiste al estómago. Para abrir boca. Nos sentamos uno enfrente del otro, colocamos la carta plastificada que había sobre la mesa, de manera que los dos pudiésemos leerla y se nos acercó el camarero con una libretilla de comanda en una mano y en la otra un bolígrafo apuntando -imagino- el número de mesa.

Un tubo y una Coca-Cola light le dije. Seguidamente pregunté, ¿tienen rusa?
El camarero, sin pensar mucho, contestó: No, creo que es ucraniana.

¿? Momento de silencio, miradas de estupefacción entre mi señora y yo.

- Quiero decir que si tienen ensaladilla rusa, añadí.
- Ah, sí sí. Creí que me preguntaban por la mujer de la cocina.

Ahora sí, momento irrepetible de carcajadas y lágrimas por la mejilla. Sin poder articular palabra. El camarero viendo que no íbamos a ser capaces de pedir nada durante un rato, se dio la vuelta y fue mientras a por las bebidas.

Desde entonces, cada vez que paso por la puerta del bar se me tuerce una sonrisa en la cara. Y también, desde ese día, suelo pedir ensaladilla rusa anteponiendo siempre la palabra ensaladilla.

Espero que les haya gustado nuestra verídica historia.

martes, 16 de marzo de 2010

Pomponio Flato

El primer libro que he leído de Eduardo Mendoza ha sido la arriesgada novela: El asombroso viaje de Pomponio Flato. Una novela detectivesca de ficción situada en Nazaret, donde el protagonista es contratado por un niño llamado Jesús, hijo de un carpintero de profesión y de María, o al menos, eso es lo que el niño cree.

Imaginen la dificultad de colocar en una novela a dichos personajes. Escribir en sus bocas diálogos. Irreverente y osada son los principales adjetivos que me vienen a la cabeza, pero una vez leída la novela se mudan en desternillante e inteligente.

Se lee de un tirón. Es corta pero se me hizo aún más. Tanto que lamenté amargamente que el viaje de Pomponio Flato llegase a su fin. Como consuelo me queda que al menos ahora tengo otra novela de Mendoza -también de temática arriesgada- en mi mesita de noche.

lunes, 15 de marzo de 2010

Mis noches

Cada tarde, después del trabajo, de camino de vuelta a casa, con el ipod enchufado a mis oídos, voy imaginando lo que voy a hacer en cuanto llegue a casa. Lo primero -me digo- debe ser siempre besar bien fuerte a toda la familia, después, si puedo, jugar un buen rato con los niños. Pero me refiero a jugar de verdad, ya me entienden: saltar sobre la cama, bailar alocadamente con la música a todo volumen, jugar al escondite o tirarme por el suelo haciendo las veces de cocodrilo, o lo que encarte...

Seguidamente llegará la atareada rutina de cada día: tirar la basura, preparar un espumoso baño, ponerles los pijamas, la cena y después, finalmente, acostarlos, y, si se han portado bien, algunos días les leo un cuento, pero hay algo que seguro que no falta nunca, y es que siempre siempre siempre les deseo a ambos felices sueños acompañados de sonoros besazos.

Desde ese instante empezamos mi mujer y yo a recoger los muchos líos que nos rodean por la casa. Una vez terminada toda la recolección y puesto en orden todas las cosas, estiramos, por fin, las piernas en el sofá y casi por primera vez en el día podemos mantener juntos una conversación adulta tranquilamente.

Al rato, antes de acostarnos, una vez que se han quedado totalmente dormidos, solemos entrar en su habitación para arroparlos. Ese momento, inolvidable para mí, observando junto a mi mujer como mis dos pequeñas criaturitas están durmiendo plácidamente, es mi momento favorito del día. Es el momento en el que soy más consciente de que soy afortunado, y me doy cuenta de que estoy viviendo los mejores momentos de los mejores años de mi vida, y que la felicidad es esto. Así de simple.

Gracias Vida.

jueves, 11 de marzo de 2010

Herman Melville - Moby-Dick

Hace unos días he terminado de leerme Moby-Dick, la obra más conocida de Melville y una de las obras cumbre de la literatura norteamericana. Me ha llevado su tiempo, pues además de ser una novela larga, de más de ochocientas páginas, he ido reservando los momentos más tranquilos -que no son muchos- para ir leyéndola. Disfrutándola.

Leerme esta novela es algo que tenía en mente desde hace años, hasta que un buen día encontré una edición económica y manejable que me gustó, sobretodo por sus abundantes y acertadas notas a pie de página.

Todo el mundo, más o menos, sabe de lo que trata la novela, pero a mí no sólo me ha dado la oportunidad de perseguir obsesivamente a una gran ballena blanca, sino a enrolarme en el Pequod y sentirme tripulación de un bergantín, disfrutar de noches bajo cielos estrellados meciéndome en el vaivén de las olas o compartir conversación con mi buen y extraño amigo Queequeg.

Como curiosidad añadiré que uno de los tripulates del ballenero responde al nombre de Starbucks y era adicto al café, de ahí que la compañía americana Starbucks utilizara su nombre. Desde ahora en adelante cada vez que entre en un Starbucks, seguro que vendrá a mi memoria el obstinado capitán Ahab.

viernes, 5 de marzo de 2010

Un consejo

¿Puedo darles un consejo? Si quieren lo toman y si no pues aténganse a las consecuencias.

miércoles, 3 de marzo de 2010

¡C'est magnifique!

France 0-Espagne 2. Supongo que eso, o algo así es lo que ponía en el marcador al final del partido en el Stade de France. ¡Qué alegría! España sacó el capote y la plaza se puso de pie. Olé y olé. Tenía que escribirlo o reviento.



100 días

Comienza la cuenta atrás. Quedan 100 días para que comience la Copa del Mundo de fútbol de selecciones, el Mundial vamos, y por todos lados están haciendo apuestas de quién ganará el trofeo, quién será el pichichi, cual será la final, el partido con más goles, y así cientos de apuestas, si no miles respecto a la cita este verano en Sudáfrica.

Yo sólo voy a hacer una. Y es que apuesto a que Casillas levantará la copa en la final, todo lo demás me importa un pimiento -nunca mejor dicho-.

¿Cuál es su apuesta?

lunes, 1 de marzo de 2010

Agua de vida

Curioso reclamo el de esta barbería. Un corte de pelo, un tragito de güisqui por la cara.


Por cierto, mirando en la RAE encontré esto:

güisqui
.

(Del ingl. whisky, y este del gaélico uisce beatha, agua de vida).

1. m. Licor alcohólico que se obtiene del grano de algunas plantas, destilando un compuesto amiláceo en estado de fermentación.