Nada de felicidades, ni nada de otro añito más, ni cada día más viejo ni nada de eso. Lo que más escuché el día de mi cumpleaños fue "por el culo te la hinco" cada vez que respondía de manera automática que cumplía 35 a la fatal pregunta de: ¿cuántos cumples?.
Esto deja bien claro cual es el tipo de amistades de las que me rodeo. Y no quiero decir que tenga amigos con su sexualidad poco clara, o despistada. No, nada de eso. Al menos que yo sepa. Tampoco tiene nada que ver con que mi culo se parezca, ni de lejos, al de la Pataky. Repito, nada que ver.
La picarona coletilla deja a las claras que me rodeo de gente desinhibida, con ganas de cachondeo, esperando cualquier excusa para soltar un chiste o gracia. Amigos con los que a los 4+1 minutos olvidas cualquier problema, amigos que se acercan con la sonrisa en la cara y cuando te despides te la han contagiado. Amigos con los que nada más despedirte ya estás deseando volver a encontrarte. Amigos a los que me gusta imaginar envueltos en celofán y con un gran lazo de raso para recordar que son uno de los grandes regalo de la vida. A todos... gracias.
"Nunca es largo el camino que conduce a la casa de un amigo"
Juvenal (67-127) Poeta satírico romano.
1 comentario:
Bueno
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