Siempre he pensado que Ricardo Darín es un excelente actor. Y siempre he creído esto por lo que he podido ver en sus películas. Creo recordar que la primera película donde tuve conciencia de ello fue tras ver su interpretación en Nueve reinas, o al menos, creo, fue la primera película donde me llamó la atención, donde me quedé con su cara y con su voz. Esa película además le allanó el camino y le abrió las puertas para acceder a más papeles principales.
Después he visto muchas de sus películas, aunque no todas, La educación de las hadas de José Luis Cuerda, El secreto de sus ojos, o Relatos Salvajes entre otras. Y siempre me ha parecido un actor excelente. Así que cuando vi que venía en una obra de teatro a Málaga, y además era a una obra de Ingmar Bergman no tuve dudas que me gustaría ir a verla. Compramos junto con unos amigos las entradas y allí nos plantamos.
Su acompañante en la obra era Andrea Pietra, otra estupenda actriz que hasta ese momento desconocía. El lugar el Teatro del Soho, el nuevo teatro que Antonio Banderas ha concebido para su ciudad natal. Un lujo cultural en todos los sentidos.
Escenas de la vida conyugal es el relato de un matrimonio y su relación tras el divorcio. La historia completa de una pareja con una significativa parte de drama, pero al mismo tiempo con una amplia zona de comedia en la que los espectadores disfrutan del teatro en sus distintas facetas. Un acierto seguro.
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