Siempre me ha parecido Nacho Vegas un compositor interesante, capaz de hacerme reír y llorar con sus canciones. Triste e irónico, reivindicativo y tierno a partes iguales, a veces señor, a veces sinvergüenza. Un cantante lleno de contradicciones y a la vez coherente como pocos. Todo esto recubierto por un sentido musical elegante y sobrio. A mi juicio mejor letrista que cantante, pero con una personalidad en la voz que lo viste de un carácter propio muy reconocible.
De manera que cuando supe que su gira hacía parada en Málaga, y además en una sala tan coqueta como la Sala Albéniz de Málaga, no quise perdérmelo. Además, su último disco es en mi opinión uno de sus mejores álbumes.
El cantautor asturiano se presentó sobre las tablas del teatro elegantemente vestido para presentar su disco Mundo inmóviles derrumbándose, en una especie de catarsis personal, para levantarse el ánimo en plena pandemia. Un disco algo más catastrofista y triste de lo que a él le suele salir, pero con canciones tan íntimas y personales como Ramón In o El mundo en torno a ti.
Cantó una versión de la fabulosa canción Summer's End de John Prine en asturiano, que sonó a gloria.
Mi amigo Miguel y yo disfrutamos de un estupendo concierto de Nacho Vegas acompañado por una estupenda banda de músicos desde nuestras butacas del Teatro Albéniz. Después también tuvimos tiempo para disfrutar de una jugosa cena.
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