miércoles, 18 de julio de 2018

Pearl Jam en Barcelona

Hacía mucho tiempo que tenía en la agenda anotada en rojo la fecha del concierto de Pearl Jam en Barcelona, incluso antes de que se anunciaran la fecha del concierto  todo estaba aún en el aire, ya estaba ilusionado con el concierto. Hacía más de ocho años desde que los disfruté por última vez en directo y ya para entonces tuve que volar hasta Londres y verlos en el Hard Rock Calling. Ha llovido.

En esta ocasión mi acompañante era Pepi, que aunque no es una devota de la banda de Seattle sí que conoce casi todos los temas. Y es que me paso todo el día con la música puesta por casa y no le queda más remedio que escucharlos, y de tanto escucharlos se los ha ido aprendiendo. Digamos que yo dirijo la banda sonora de su vida, y bueno, en realidad de casi de todos los que comparten casa, coche o trabajo conmigo.

Además, la idea no era ir al concierto solamente, sino aprovechar la escapada y quedar con amigos que tenemos por Barcelona y escaparnos aunque sólo fuese un par de días de la rutina diaria y hacer algo de turismo. 

Una de las principales ventajas del concierto de Barcelona era que no iba a ser un festival, sino un concierto propio, con ellos como único artista, sin ni siquiera teloneros, lo que supondría probablemente un concierto con mayor duración, como así fue finalmente. Casi tres horas de concierto y 30 canciones.

En un sorteo en el TenClub conseguí un par de entradas de pista, de manera que nos iba a tocar luchar por una posición. Ya el mismo día del concierto quedamos con unos amigos para almorzar, echar un buen rato charlando y comentar lo que esperábamos del concierto. Después fuimos directos a recoger nuestras entradas y para hacer cola a ver si pillábamos una ubicación cercana al escenario.

Finalmente sí que conseguimos una buena ubicación cerca del escenario, algo así como en sexta o séptima fila,  algo escorados hacia Stone Gossard. Un sitio que hubiera cambiado por pocos en el Palau Sant Jordi.

Desde la primera nota del concierto, y esto suena a frase hecha, pero es que para mí realmente fue así, porque la primera nota de Long Road, que es una nota grave y prolongada, ya se me pusieron los pelos de punta. Desde ahí fueron cayendo una tras otra canciones que han sido y siguen siendo grandes hits de mi vida: Small town, Do the evolution, Nothing as it seems, Evenflow, Oceans, Light years, Jeremy, Go, State of love and trust, Porch, Come back, Black, Once, ... una tras otra fueron completando un setlist que podría ser mejorable -cuestión de gustos-, pero desde luego fue muy completo.

Vimos casi todo el primer set del concierto desde la parte delantera. El calor llegó a ser asfixiante, estábamos empapados de sudor ya casi desde la primera canción y en el tramo que une Go y State of Love and Trust se intensificaron los empujones. Me dio cosa verme envuelto en una avalancha con mi mujer en medio y nos retrasamos hacia detrás con la idea de poder disfrutar del concierto sin empujones ni agobios. Nos situamos junto a la mesa de sonido y disfrutamos el resto del concierto de lo lindo. Un gran concierto que me llevo en el recuerdo.

Ya sólo quedó despedirnos de los amigos, coger un autobús que nos llevó cerca del hotel y descansar el día tan ajetreado.


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