Hace tiempo que no escribo sobre nada sobre lo que leo, y aunque es cierto que cada vez la vida -y mis circunstancias- me van dejando menos tiempo para leer, igualmente intento dejar un hueco en el día para leer.
Cormac McCarthy es uno de esos escritores que tienen un sello especial, distinto. Éste libro es un buen ejemplo de ello.
No sabría decir si es una novela perfectamente adaptable a teatro, o si es una obra de teatro perfectamente considerable como novela. En cualquier caso, da igual. Es una obra fabulosa, sobre un tema escabroso, pero mirándolo de cara, sin tapujos ni remiendos.
Dos voces, dos pensamientos que están totalmente enfrentados, que difieren enormemente en sus planteamientos, pero que son capaces de sentarse uno frente al otro, sin necesidad de llegar a ningún punto en común, ni de buscar ninguna salida, simplemente comprenderse, entender las causas y los fines. Un libro tremendamente vivo, hoy y en los próximos siglos. Muy recomendable.
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