Uno le da tantas vueltas en la cabeza a un partido como éste antes de empezar que a la hora de la verdad, cuando el árbitro pita el inicio del partido, parece que ya lo ha vivido con anterioridad. Está claro que no recuerda el resultado -al menos yo no-, no sabe qué es lo que va a suceder, pero, paralelamente, mantiene una sensación extraña de que, en parte, lo que está viendo no es algo que esté ocurriendo, si no que es algo que ya ha ocurrido. No se sabe cuándo pero es algo que con anterioridad ya se vivió. Sea lo que fuere que va a suceder esta noche, o ya haya sucedido, pero que, indefectiblemente, uno va a sentarse a vivir como si fuese la primera vez. Preparen unas salchichas, agarren una cerveza bien fría y dedíquense a disfrutar que esta noche cenamos menú alemán.
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