sábado, 30 de enero de 2010

Insignificantes

Recibí este vídeo por email, y después de verlo no pude hacer otra cosa que compartirlo:



Recomiendo verlo con la máxima calidad posible. En este enlace podréis.

¿Verdad que somos insignificantes?

jueves, 28 de enero de 2010

El árbitro que comía mucho caviar

Supongo que todos lo habréis visto repetido muchas veces, y estoy seguro de que a la primera lo habéis visto dentro, o sea, gol. Mejor dicho: golazo. No es un penalti que dé lugar a muchas dudas. Gol y punto. Si me dicen que lo ha mandado repetir porque la pelota está un poco adelantada antes del tiro, pues vale, o que lo repita porque no había pitado aún, mira, tiene un pase, que lo repita porque el portero se ha movido adelantando su posición antes del tiro, puede ser, pero que diga que no ha sido gol, que la pelota no ha entrado, es lo más vergonzoso que he visto en un árbitro en toda mi puta vida. Francés tenía que ser. Francés y ciego.



Y es que debe darse la circunstancia de que el árbitro veranea mucho por Rusia, y debe ser que el caviar en exceso, y además de balde, afecta a la vista, así como el dinero por debajo de la mesa dirije la voluntad y tuerce la razón.

martes, 26 de enero de 2010

My city of ruins

Ayer realicé mi primera compra de música digital por itunes. Resultó ser muy sencillo. En menos de un minuto localicé la canción y la bajé a mi disco duro previo pago de 0,99 €. La canción es una versión en directo del tema de Bruce Springsteen My city of ruins cantada en esta ocasión por Eddie Vedder.

Pero la canción era lo de menos. Lo verdaderamente importante era que mi dinero irá directamente a una asociación de Artistas para la Paz y la Justicia que ahora han unido su apoyo para intentar recaudar fondos para la ayuda a Haití.

Anímense. Es poco pero significa mucho.

jueves, 21 de enero de 2010

De oreja a oreja

Ayer al salir del trabajo me acerqué a Springfield, y no me refiero a la ciudad donde viven los Simpsons, sino a la tienda de ropa. Me hacía falta una camisa de color blanco. La que tengo tiene el cuello ya un poco pasado por el uso. Quería una idéntica y como la mía era de esa tienda pues fui allí. Busco una camisa blanca le dije a la dependienta. Suba a la segunda planta y pregunte a mi compañera. Subí. Busco una camisa blanca, simple, sin dibujitos ni rayitas, ni cremalleritas ni nada de nada. Me señaló una estantería. Había sólo una camisa blanca. Miré la talla y era la mía: XL. Miré el precio y había bajado de 34,95 € a 19,95 €. Buena rebaja pensé.

Al pagar en caja la camisa marcaba 9,95 €. Puse un billete de 10 € y me fui más ancho que la calle con una sonrisa de oreja a oreja.

miércoles, 20 de enero de 2010

El cinturón

Una vez dejadas atrás las fiestas navideñas, los excesos de mantecados, de turrones y de comilonas cada dos por tres, llega la hora de apretarse el cinturón, y lo escribo en el sentido literal de la palabra, es decir, que es hora de descontar kilos de más y alcanzar el agujero del cinturón que llevamos tiempo sin utilizar.

Así que como no quiero ser menos, me he propuesto perder unos cuantos kilos. Ponerse a régimen lo llaman. Comer mucho verde, muy poco pan, nada de alcohol y a los pasteles ni acercarse. El chocolate está prohibido siquiera mirarlo.

No hace tanto tiempo, con unos años menos, perder peso me resultaba relativamente sencillo, aunque reconozco que aún me resultaba más sencillo volver a recuperarlos. La cosa ha cambiado. Ahora, con eso de tener niños en casa, el objetivo se me hace más complicado. Y es que preparar, por ejemplo, croquetas para mi pequeña mientras yo me preparo una ensalada es duro, pero se puede sobrellevar. Pero cuando se da el caso que después de cenar le sobran un par de croquetas, eso de tener que tirarlas es superior a mis fuerzas. No va conmigo. Mi religión me lo prohibe.

domingo, 17 de enero de 2010

12 jornadas

12 largas jornadas después mi equipo, mi Málaga CF, sale del descenso. Con muchísimo sudor, con muchísimo esfuerzo, pero sobre todo con muchísimo sufrimiento asomamos por fin la cabeza fuera de las posiciones de descenso. Casi no me lo creo.

Lo malo es que ahora vienen seguidos dos partidos fuera de casa. El primero contra el Real Madrid en el Bernabéu, el segundo en la otra orilla del Manzanares, en el Vicente Calderón, contra el Atl Madrid.

¡Aaay!

sábado, 16 de enero de 2010

La astilla del palo

Cuando miro a mis hijos, intentando encontrar un parecido con sus padres, veo que mi hija se parece totalmente a su madre. Es, en muchas cosas, un calco total de la madre. Sus gestos, su manera de andar. Casi todo es exactamente igual que la madre. Si tomas una foto de cuando mi señora era niña, es como si estuvieras viendo una foto antigua de mi hija.

La cosa cambia cuando miro a mi hijo. En él veo a un niño precioso de ojos azules y rubio. En principio totalmente distinto a mí, pero sin embargo, a veces, hasta yo mismo me veo reflejado en él. Mulo como él solo. Y es que va a ser cierto eso que dicen de que de tal palo tal astilla.

martes, 12 de enero de 2010

El ignorante

Ayer colgué la foto de un cartel de una empresa que no debía saber inglés. Hoy voy aún más lejos y cuelgo la foto de alguien que no sabe nada de nada.

lunes, 11 de enero de 2010

S.H.I.T.

Está claro que no tienen ni idea de inglés. O eso, o son unos cachondos mentales.



martes, 5 de enero de 2010

En el zoco

El primer mes del año siempre viene acompañado de las rebajas, de las postales con picos nevados y de los regímenes de adelgazamiento, pero ocurre que al mismo tiempo también viene acompañado de esa segunda oportunidad que tienen los apurados clubes de fútbol para hacer y deshacer los equipos.

Así que es tiempo para intercambiar ese cromo con la esquina rota, o ese otro que ya no pega, o incluso completar el álbum con ese fichaje de última hora que nos faltaba. De manera que es momento de aprovechar esa oportunidad de acudir al mercadeo con aire de zoco moruno en el que algunos hacen su agosto en enero, además de un gran corte de manga a la dichosa cuesta de enero.

Y ocurre, para más inri, que mi equipo, mi Málaga CF, este año acude a las rebajas de enero con las manos en los bolsillos, que no en la cartera. Esperando encontrar esa bicoca que sería la que cumpla las premisas de bueno, bonito y barato, o simplemente bueno y barato -tampoco nos vamos a poner a estas alturas quisquillosos-. Por eso deseo que este año por fin acertemos en esa difícil tarea de encontrar una aguja en un pajar.

¡Suerte ojeador!