sábado, 16 de enero de 2010

La astilla del palo

Cuando miro a mis hijos, intentando encontrar un parecido con sus padres, veo que mi hija se parece totalmente a su madre. Es, en muchas cosas, un calco total de la madre. Sus gestos, su manera de andar. Casi todo es exactamente igual que la madre. Si tomas una foto de cuando mi señora era niña, es como si estuvieras viendo una foto antigua de mi hija.

La cosa cambia cuando miro a mi hijo. En él veo a un niño precioso de ojos azules y rubio. En principio totalmente distinto a mí, pero sin embargo, a veces, hasta yo mismo me veo reflejado en él. Mulo como él solo. Y es que va a ser cierto eso que dicen de que de tal palo tal astilla.

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