lunes, 14 de junio de 2010

Sayalonga

Para mantener la insana costumbre que tenemos un buen puñado de amigos de reunirnos un fin de semana en una casa rural, en esta ocasión elegimos el axárquico pueblo de Sayalonga. El caserón se encuentra estratégicamente situado en la inclinada ladera de una montaña con estupendas vistas al pueblo blanco.

Debido a que el fin de semana no ha sido especialmente soleado, no pudimos disfrutar de la piscina tantas veces como en nosotros es habitual, pero, en cambio, hicimos más ejercicio que de costumbre ya que teníamos pista de pádel, mesa de ping pong y de billar a nuestra disposición. También jugamos al póquer, como viene siendo costumbre, y el que jugó menos, Mariano, se llevó la partida más espectacular en favor de Alberto, otra vez con Francisco de notario y a Mario y a mí como principales avalistas involuntarios de su póquer de ases.

Desde la tumbona de la piscina vi pasar aviones por el cielo a la misma velocidad con la que pasaron las horas durante el fin de semana. Mario, como siempre, fue el mejor jefe de barbacoa, aunque en esta ocasión la barbacoa no estuvo a su altura y tuvo que idearse un efectivo método alternativo para que todos pudiéramos zamparnos, como así hicimos, las deliciosas carnes que llevamos.

Tan sólo hubo un incidente reseñable y es que Chiqui volvió con un fuerte dolor de espalda, provocado por el tremendo esfuerzo de tener que soportar, durante todo el fin de semana, las pesadas medallas que nos colgamos al ganar, otro año más, en el divertido a la par que disputado enfrentamiento directo entre hombres y mujeres por acertar títulos de películas utilizando la mímica. Pero la lucha de sexos se hizo patente sólo en el "ring", porque en la sobremesa el tema se transexuó hasta extremos para mí, hasta hace poco, insospechados.

Y hoy, un día después, vuelvo reventado a la rutina diaria, otra vez sobre estas machacadas teclas, con algún kilo de más pero habiendo disfrutado minuto a minuto este ventoso fin de semana junto a los sayalonguinos.

Espero que el próximo año volvamos todos, los que somos, los que no pudieron venir, los que vienen en camino, y los que deseamos que estén pronto con nosotros.

2 comentarios:

David dijo...

Ha sido un excelente resumen del magnífico fin de semana que hemos disfrutado amigos y familia, de forma que tenemos más tiempo para charlar, para jugar, para conocernos mejor entre los menos habituales... en fin, un fin de semana de alegría y buen humor, magnífica conviviencia y donde sólo se le pude poner un pero... que pena que no dure más!!!

Salva dijo...

Cierto, se hace demasiado corto. En lugar de ir un fin de semana deberíamos ir un fin de mes. Algo así como una semanita.