El sábado regresé del festival Hard Rock Calling 2010 sudado, cansado y con mucho sueño, pero habiendo vivido en mis propias carnes una celebración de cumpleaños difícilmente igualable. No todo el mundo tiene la fortuna de poder celebrar su cumpleaños junto a cien mil personas disfrutando de un macroconcierto en el que el cabeza de cartel es su grupo favorito, en mi caso Pearl Jam. Yo lo he hecho, y sólo les faltó cantarme el happy birthday to you.
El tiempo londinense acompañó mucho más de lo que yo hubiese imaginado, sobretodo teniendo en cuenta lo poco previsible que es el clima por las islas.
Tuvimos poco tiempo para hacer turismo pero el poco que tuvimos lo aprovechamos al máximo, y paseamos de forma distraída y dejándonos llevar por los alrededores de Victoria Station, hasta Buckhingham Palace, y desde allí hasta Trafalgar Square atravesando The Mall. Paramos a almorzar en un McDonalds cerca de Charing Cross y desde allí paseamos por el Soho, el West End hasta Picadilly, pero antes realizamos una parada en Covent Garden de camino a Marble Arch, pasando por Oxford & Regent St.
En la esquina de Hyde Park con Marble Arch estaba la entrada al festival, y por ahí entré a algo así como un sueño hecho realidad. Un concierto tremendo, increíble, con muy buen sonido y con unos músicos enchufados y entregados. Conseguimos situarnos lo suficientemente cerca para ver y escuchar bien, pero, al mismo tiempo, lo suficientemente lejos para no tener que soportar todo el rato los tradicionales empujones de gente pasada de, llamémoslo, euforia.
Francisco, antes del concierto, me regaló una camiseta del merchandising por mi cumpleaños y yo le invité, después del concierto, a cenar en un restaurante libanés al que también vino mi londinense amigo Alex, que tuvo la deferencia de acercarse a tomar unas pintas con nosotros antes de nuestra vuelta a casa, en lo que ha sido una experiencia inolvidable.
Pd: Y por supuesto España ganó su partido contra Chile y pasó a octavos en el Mundial de Sudáfrica.