domingo, 18 de junio de 2023

En el Cosquin Rock de Fuengirola

Hacía mucho tiempo que se había anunciado que el Cosquín Rock iba a tener lugar en Fuengirola, en el precioso entorno del Marenostrum. Un par de amigos habíamos pensado ir pero hasta una sorpresa de última hora no lo cerramos. Así que decidimos echar un día de rock con sabor latinoamericano.

Así que llegó el día y el Cosquín Rock comenzó, nunca mejor dicho, con Bocanada, una banda de Navarra que tuvieron el hándicap de tocar a las seis de la tarde en un escenario donde estaba azotando de frente el sol. Cargaron con lo más complicado del festival, comenzar a animar a la gente que andaba todavía ubicándose por el recinto a una hora a la que hasta los lagartos están a la sombra. El cantante de Marea, Kutxi Romero, vecino de la banda, estuvo un buen rato en primera fila viendo el concierto, pero se tuvo que ir porque no lo dejaban tranquilo con tanta foto, pero fue un bonito detalle.  El cantante de Bocanada suele normalmente terminar sin camiseta, pero en este concierto estaba más que justificada la decisión, porque se echó por encima al menos una docena de botellas de agua. ¡Qué calor! Como aperitivo Bocanada no estuvo nada mal.

Tras la banda navarra tocaron Skay y los Fekires que a mí me dejaron muy pero que muy buen sabor de boca en directo. Es posible que fuese la actuación que más me agradó del día. Antes del festival había escuchado poco de ellos, y lo que escuché me gustó. Las letras, los riffs, el buen hacer, me pareció que el flaco, Skay Beilinson, a sus 71 años está en un buen momento. En mitad del concierto tuvo que interrumpirlo porque con las avalanchas de gente se abrieron una barandillas frente al escenario, y tuvieron que parar para arreglarla, pero fue una cosa rápida. Interpretaron varios temas de Patricio Rey y sus Redondos, la banda de la que salió Skay, que fueron muy celebradas entre el público.

La Renga no venía como cabeza de cartel pero probablemente había más gente allí para verlos a ellos que para ver a Marea, tienen muchísimo público argentino y es que la banda de hard rock de Buenos Aires tiene muchísimos seguidores. No debía haber ningún argentino en 100 kilómetros a la redonda que no hubiese venido al concierto. El recinto estaba lleno de argentinos, la mayoría de ellos con la camiseta de la selección argentina de fútbol. Ofrecieron un buen concierto, aunque demasiado movido por parte del público. Tuve la suerte de poder traerme el setlist a casa.

Tras La Renga como colofón final del festival actuaban Marea, la banda de Berriozar, en Navarra, que sonaron muy bien y venían revestidos de un más que notable montaje de luces, y como el concierto fue tarde, algo más allá de las 23:30, y ya era noche cerrada, pudieron lucir su espectáculo luminoso.

Para mi gusto Kutxi Romero estaba más hablador de lo debido y si se hubiera dedicado a cantar más que a hablar, igual hubieran cabido un par más de canciones. Pero bueno, ya son manías mías sobre eficiencia y el aprovechamiento. Y, aunque yo quisiera un concierto más profesional, no todo el mundo piensa igual, por fortuna.


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