Al día siguiente de disfrutar del concierto de Steven Tyler teníamos planeado iniciar una escapada de un par de noches con unos amigos y respectiva familia a Grazalema. La Sierra de Grazalema y los pueblos circundantes son uno de mis lugares preferidos de descanso. No sólo me parece un remanso de tranquilidad, especialmente para el verano, sino que me encanta la mezcla entre suavidad y aspereza de su silueta, el colorido verdor sobre el fondo dorado del prado es uno de los contrastes que más me encandilan.
Soy un enamorado de las vistas y de la comida típica de la Sierra de Grazalema. Acudir allí para mí es sinónimo de descanso, belleza y buen yantar. Algo así como las tres reglas del buen vivir. Y si eso se acompaña de buena compañía, un buen libro y algunas cervezas, ya todo viene cuesta abajo.
En esta ocasión nos quedamos en la Villa Turística de Grazalema, situada al norte, a un paseo andando de 10 minutos al pueblo. Desde la Villa se goza de una espléndida vista al pueblo, además tiene una piscina bien orientada y un restaurante más que aceptable. Fuimos acompañados de nuestros amigos Sagrario y Miguel, con sus niños Daniel, Jaime y Gabriel y con Juani y Nicolás.
Un par de noches estuvimos y como nuevos. Con algo más de peso, eso sí.
Soy un enamorado de las vistas y de la comida típica de la Sierra de Grazalema. Acudir allí para mí es sinónimo de descanso, belleza y buen yantar. Algo así como las tres reglas del buen vivir. Y si eso se acompaña de buena compañía, un buen libro y algunas cervezas, ya todo viene cuesta abajo.
En esta ocasión nos quedamos en la Villa Turística de Grazalema, situada al norte, a un paseo andando de 10 minutos al pueblo. Desde la Villa se goza de una espléndida vista al pueblo, además tiene una piscina bien orientada y un restaurante más que aceptable. Fuimos acompañados de nuestros amigos Sagrario y Miguel, con sus niños Daniel, Jaime y Gabriel y con Juani y Nicolás.
Un par de noches estuvimos y como nuevos. Con algo más de peso, eso sí.
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