Chevreuse es uno de esos libros que no se saben cómo comienzan ni dónde acaban. Chevreuse es un lugar indeterminado de la memoria de Jean Bosmans, un personaje huidizo y caprichoso. Chevreuse es el lugar donde Bosmans vivió de niño. Chevreuse es pretender que los recuerdos de una juventud pasada regresen al presente intactos. Revivir los paseos sin rumbo en bicicleta, volver a oler el intenso perfume de la flores en primavera, retomar el descanso y la libertad de aquellos días no siempre es posible. Escapar del presente inmediato requiere un salto a lo imposible, o tal vez, sólo tal vez, es posible en Chevreuse.
Si escribo que Chevreuse es un libro para olvidar, pueden entender que es un libro malo, que es mejor no volver acordarse de él, porque trae quizás un mal recuerdo, pero al mismo tiempo, también puede significar que es un libro para olvidar el presente, para lanzarse en él y navegar en su tiempo, en sus personajes, y una vez sumergidos en sus páginas vivir en un tiempo distinto del ahora y abandonar la cotidianidad del ahora, para devolver lo que alguna vez anhelamos en nuestro pasado.
Patrick Modiano habla sobre la memoria, el misterio del paso del tiempo, los recuerdos, y sobre una búsqueda interior que abra ventanas hacia un pasado olvidado. Un libro recomendable. Fácil de leer pero no tan sencillo de asimilar. Quizás éste sea el punto común de los libros del Premio Nobel francés. Al menos de los libros que he leído de él: En el café de la juventud perdida y Dora Bruder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario