James Bond, una vez más en la piel de Roger Moore no se anda con chiquitas. En esta entrega para acabar con el gigante con dientes de metal, que es el matón de un megalómano que pretende destruir el mundo, unirá sus fuerzas con la espía Anya Amasova (interpretado por Bárbara Bach, que como curiosidad es la actual esposa de Ringo Starr). Todo ello con la pirámide de Guiza de fondo, aunque pronto tendrá que cambiar de decorado para ir a la isla de italiana de Cerdeña y sobre todo pasar mucho, mucho tiempo bajo agua.
Tiroteos, persecuciones por vertiginosas carreteras de precipicios, incluso una huida por la costa huyendo de un helicóptero. No falta de nada. En fin, una película que tiene todos los alicientes del entretenimiento. Y por supuesto, una vez más, Bond dejando alto el pabellón inglés.
Pd: Poco a poco parece que me voy cogiendo ritmo y a ver si soy capaz de ver la saga completa de James Bond.
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