La vida da mil vueltas, lo que parece imposible se consigue, y lo que se insinúa cercano y sencillo se complica de tal manera que lo hace inalcanzable. Nada es permanente y lo que puede ser en muchos casos una desgracia o un revés, en realidad es lo que hace que esto que llamamos vida, tenga chispa. Nada está preestablecido, nada es seguro, lo que un día tienes se puede ir y lo que siempre anhelaste y se esfumó aparece cuando menos lo esperabas. Es el azar de la vida. La moneda que se cae y se pierde, alguien la encuentra. Una vez que la moneda es lanzada cualquier cosa puede ocurrir.
En un día espectacularmente luminoso y en un entorno idílico mi hermano se unió en matrimonio con su primer amor. Hubo mil inconvenientes, mil piedras donde tropezar e incluso una pandemia con sus mascarillas por medio, pero el destino, a veces, ofrece finales felices.
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