Hace tiempo que teníamos en la cabeza realizar una escapada de ida y vuelta en un día a Gibraltar, pero entre que el calendario está siempre saturado de actividades y que la climatología es a veces caprichosa, lo cierto es que por una razón o por otra al final siempre íbamos postergando la excursión. Pero llegó el día en el que el calendario parecía estar despejado de acontecimientos y obligaciones ineludibles y el cielo completamente despejado.
Madrugamos con la intención de llegar a Gibraltar pronto, para evitar atascos y también para aprovechar el día, porque el centro, las tiendas y la actividad comercial en Gibraltar y la vida en general no va mucho más allá de las 19:00, en muchos casos de las 17:00.
Accedimos a Gibraltar cruzando la verja fronteriza directamente en coche. Dejamos el coche en un parking y realizamos el paseo completo por la Calle Real o Main Street, frente al City Hall o Ayuntamiento, donde contemplamos el cambio de guardia. También nos hicimos las típicas fotos con las anacrónicas cabinas telefónicas rojas. Al final de la calle compramos un billete que nos permitía subir en teleférico a la cima del peñón y desde allí obtuvimos estupendas vistas hacia Algeciras. También pudimos ver de cerca e incluso fotografiarnos con los famosos monos de Gibraltar, tan ladrones como resabidos. Incluso realizamos el recorrido por las cuevas y bajamos dando un largo rodeo por todo el parque natural de Gibraltar. Además yo tomé los típicos "fish & chips", que estaban realmente ricos y para terminar de gastar las libras que nos habían dado de cambio compramos algo de chocolate tax free antes de regresar de vuelta.
Es una visita recomendable porque es original e irrepetible, bastante completa pero algo cara, porque todo allí es bastante más caro que lo es en España.
La única pega del día fue que la pobre Pepi se cayó y se hizo bastante en la mano al caer. Por suerte nada que necesitara intervención médica. Aunque el móvil necesitó pasar por el garaje. ¡Qué susto nos dimos con su caída!
Es una visita recomendable porque es original e irrepetible, bastante completa pero algo cara, porque todo allí es bastante más caro que lo es en España.
La única pega del día fue que la pobre Pepi se cayó y se hizo bastante en la mano al caer. Por suerte nada que necesitara intervención médica. Aunque el móvil necesitó pasar por el garaje. ¡Qué susto nos dimos con su caída!
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