domingo, 26 de febrero de 2017

Jaime Urrutia en concierto

Me preguntó mi amigo Miguel si quería apuntarme al concierto de Jaime Urrutia en el Teatro Cervantes, y a mí que me gusta más un concierto que casi cualquier cosa, no dudé en aceptar.

Jaime Urrutia fue cantante de Gabinete Caligari, grupo de rock de la movida madrileña allá por los años ochenta. Tras la disolución de la banda, Urrutia siguió sacando discos en solitario hasta el día de hoy. Lo cierto es que lo poco que había escuchado de Jaime Urrutia en solitario no distanciaba mucho de lo que hacía en Gabinete Caligari. Además era de esperar que incluyera los grandes éxitos de Gabinete Caligari, como así fue. El precio único por la entrada 20€. Un regalo.

El concierto me gustó mucho. Jaime Urrutia parece tener incluso mejor voz en directo que en los discos. Se me hizo muy corto. Tocaron casi todas las que esperaba aunque se dejaron algunas por el camino. Tócala Uli, La suite nupcial, La sangre de tu tristeza, El calor del amor en un bar, Camino Soria...  Buena banda, buen recinto, buena compañía,... ¿qué más se puede pedir? ¡Buen concierto!
 

viernes, 17 de febrero de 2017

La gata sobre el tejado de zinc caliente - Teatro

Todos los años si puedo me gusta ir a una obra de teatro, y si se puede a dos o a tres. No es fácil porque aparte de que hay que pagar la entrada, tengo que dejar a los niños a dormir en casa de los abuelos. Además está el tema de que muchas obras son entre semana y esas nos resultan imposibles, con lo que sólo podemos elegir las de los fines de semana y no siempre son las que más nos gustan.

Este año compramos entradas para ver la adaptación de la obra de Tennessee Williams, La gata sobre el tejado de zinc caliente y fuimos junto con mi hermano y su santa. Poco antes de asistir al teatro me leí el libro, como ya comenté en este blog, y creo que fue una buena idea.

Hay quien piensa que es mejor ir al teatro sin tener ni idea de lo que el guión pueda deparar, dejar que te sorprensa. Es cierto que en parte veo factores a favor ahí, pero por otro lado, si vas al teatro a ver la obra, pierde mucho sentido después leer la novela o el guión en el que esté basado. Creo que es siempre mejor conocer la base, el origen; de manera que así se puede tener una visión más clara de cómo ha sido la adaptación desde el original. Cuestión de gustos, supongo.

En este caso particular la comparación es casi más con los actores de la película de Richard Brooks que con la propia novela, y es que Elizabeth Taylor y Paul Newman despidieron muchísima química en aquella adaptación.

En esta obra los actores estuvieron sobresalientes. Eloy Azorín interpretaba el papel de Brick, un  personaje perdido e indiferente; Maggie Civantos interpretaba a la apasionada y soñadora Maggie, esposa de Brick y Juan Diego al contundente y ufano padre de Brick. Si tienen ocasión no duden en acudir a verla.


Varios minutos los pasé de pie aplaudiendo. 

martes, 14 de febrero de 2017

John Mayall en Málaga

El pasado 11 de febrero no era la primera vez que John Mayall visitaba Málaga, ni tampoco era la primera ocasión que tocaba en el Teatro Cervantes, pero sí era la primera vez en la que yo iba a verle. Mayall, a estas alturas, no necesita presentación. Ochenta y tres años bajo su piel ya han curtido suficiente, pero me gustaría resaltar que con esa edad no sólo es sorprendente que siga ofreciendo giras, sino que la intensidad de la gira es una auténtica barbaridad. En las primeras dos semanas de la gira actuaba en 11 ciudades distintas. Ofreciendo una media de 25 conciertos al mes. Todo un ejemplo de energía.  Me quito el sombrero. Carne de conciertos.

El concierto de Málaga era precisamente el primero de la gira. Por lo que todos andábamos algo perdidos sobre los temas que podría tocar. Lo lógico era que presentara algún tema de su último disco, pero no fue así. Ni un solo tema del último disco cayó. En cambio repasó grandes temas clásicos de su carrera como Dancing Shoes, The bear, Early in the mornin'...y de regalo, un bis con Room to move, que no es una de mis canciones preferidas, pero que sí es quizás la canción más recordada de Mayall.

Mayall se presentó con dos órganos, un Roland y un Hammond por cuyas teclas sus manos se movían casi quirúrgicamente, una guitarra oldie clásica Gibson que acariciaba delicadamente más que tocaba. Y por encima y alrededor de todos lucía la armónica, de la que Mayall es un auténtico doctor. A la batería Jay Davenport, y al bajo Greg Zrab, ex The Black Crowes. Siendo honesto en ocasiones eché de menos un guitarra principal, porque Mayall se acercaba a la guitarra poco para mi gusto.

Al finalizar el concierto los tres músicos bajaron a la arena y vendieron discos del batería y del bajista, y junto a Mayall firmaban si lo pedías. Un verdadero lujo para mis recuerdos. Evidentemente me traje sus firmas en un cd, que por cierto está muy bien.