Estamos de lleno en el verano. Y también en mitad del verano están plantadas mis vacaciones. Cuanto más cerca están más nervioso e impaciente me siento. No va uno contando los días pero los siente, está al caer. El calor, las horas de luz, la alegría por las calles, los niños en casa, ociosos, mi mujer también deseando que yo coja vacaciones para poder realizar actividades conjuntas. Todo lo que me rodea exige tiempo libre, horas de ocio, buscar alivio para el Sol que más quema.
Para sobrellevar esta espera, pocas cosas hay como disfrutar de una cerveza bien fresca, como por ejemplo una cerveza Sol. Esta cerveza mejicana es una de las lager más refrescantes por excelencia, además de una de las más extendidas junto con la Coronita. Como costumbre a ambas se les suele introducir en el cuello del botellín una rodaja de limón, que le ofrece un sabor más cítrico. Debido a esta peculiaridad es por lo que se suelen beber directamente de botellín.
A mi gusto es una cerveza demasiado suave, aunque muy refrescante. Su baja graduación alcohólica 4'5% permite dejarse llevar más fácilmente. De hecho en el botellín viene muy a las claras dicho que "está hecha con Sol, pasión y alma para un sabor refrescante".
Seguro que ya hace mucho que la han probado porque es una cerveza muy standard y se encuentra casi en cualquier gran almacén, y si tienen un poco de curiosidad en cuanto a cervezas hablamos pues ya sabrán de lo que les estoy hablando, y bueno, ya saben, estamos en esos calurosos días en los que -por lo menos a mí me pasa- importa más que sea refrescante a que sea muy sabrosa. Ustedes eligen.
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