domingo, 29 de mayo de 2016

Madrid - Bruce

Hacía bastante tiempo que tenía planeado una escapada a Madrid. La escusa era el concierto de Bruce Springsteen en el Bernabéu. Sí, las entradas esas que volaron en pocas horas. Tuve la inmensa fortuna de hacerme con un par de entradas. Una para mi cuñado Francisco (mi habitual acompañante de conciertos) y la otra, claro, para mí.

Pero ya que íbamos, la idea era aprovechar y visitar la capital. Fuimos a Madrid con nuestras santas, que se procuraron un par de butacas para asistir al teatro mientras nosotros disfrutábamos del Boss. Aparte del concierto y el teatro también disfrutamos de largos paseos por la capital y nos alimentamos como es debido. Visitamos además el Museo Thyssen-Bornemisza, tanto su exposición permanente como la temporal, que en esta ocasión era de Realistas de Madrid, donde pudimos contemplar estupendas obras de Antonio López o de Isabel Quintanilla entre otros. De la colección permanente necesitaría un blog específico sólo de ella, pero no estoy por la labor. Os libráis.

De lo que sí me gustaría hablar es de Bruce Springsteen. No he sido nunca un grandísimo fan del Boss, lo confieso, aunque sí he estado siempre atento a sus discos y me he comprado unos cuantos de ellos. Lo que más me gusta de él era su primera época, y después había ido perdiendo posición en mis elecciones musicales, pero en cuanto supe que el cantante de New Jersey vendría a España, donde ofrecería tres conciertos y uno de ellos en el Bernabéu donde hasta ahora nunca había disfrutado de ningún evento musical, porque futbolístico sí que he estado en varias ocasiones, pensé que era una buena oportunidad para verle. Además la gira con la que se presentaba era el aniversario de The River, uno de los discos de Bruce que más me gustan.

A Bruce Springsteen se le conoce como el Boss, y se le conoce así por algo. Es sorprendente lo que se entrega este hombre en directo. Desde el primer acorde comprendes que no se guarda nada, que lo que ves es lo que hay, y que no hay nada más, ni falta que le hace. No es el primer concierto que veo, lo aseguro, y como Bruce Springsteen en directo he visto pocos, por no decir ninguno. Además tiene un repertorio completísimo. Desde temas de rock grave y rotundo hasta baladas amargas y aterciopeladas. Un concierto de más de tres horas y cuarto. Sin interrupciones ni pausas innecesarias. Rock desde el minuto cero, hasta el último segundo. Luego la elección de las canciones podrá agradarte más o menos dependiendo de gustos. A mí desde luego me dejó claro por qué es el Boss.


sábado, 14 de mayo de 2016

Sólo se vive dos veces (1967)

Curioseando entre las carpetas de las películas pendientes tropecé con una que ponía Bond. De repente me acordé de aquella remota intención que me creé hace ya demasiado tiempo, de ver de manera lineal en el tiempo las películas de James Bond.

Ahora con esto de Internet es fácil comprobar fechas. ¡Aquello comenzó en 2009! Parece mentira pero no lo es. Y hasta la fecha de hoy sólo he alcanzado a ver 5 películas. Ya ven que no he puesto mucho empeño.

En esta quinta entrega del mejor agente del Servicio Secreto de su Majestad Británica, James Bond aún interpretado por Sean Connery, podemos ver como la lucha implacable por el poder, lleva a SPECTRE a superarse a sí mismo, y a Bond a exprimir sus habilidades al máximo. 

Alguno de los exteriores están rodados en Málaga, en aquellos ya remotos años de 1967. El tema musical como siempre es de primerísima calidad, y en esta ocasión está interpretado por Nancy Sinatra.

La película no defrauda y contiene todos los estereotipos que adornan la figura de James Bond. Ya saben, bellas mujeres a sus pies, siempre elegantemente vestido y peinado aunque se esté repartiendo tortas como panes, impasible e instintivo.

Además la película tiene efectos especiales de la época, que hoy sonrojarían sin duda a su creador. A mí me hace mucha gracia ver los gadget que siempre complementan la figura de Bond, porque con el paso de los años han degenerado en inverosímiles a la par que rústicos.

Ahora a ver si no tardo años en ver la siguiente.

jueves, 5 de mayo de 2016

Burn the witch - Radiohead

Hace tiempo que no les escribo sobre una canción nueva, pero hoy no voy a dejar pasar la oportunidad porque desde ayer ando literalmente enganchado a  Burn the witch, de la banda británica Radiohead.

Si les soy sincero los dos últimos discos de Radiohead me dejaron un poco frío. Si bien hay muy buenos temas, en general, como discos completos no terminaron de enarmorarme. Esto puede ser más error mío que otra cosa, pero así es. En cambio, el sencillo presentación de éste su próximo noveno álbum -a mi juicio- raya altísimo.

El comienzo es amenazador. Unas intrincadas escalas de cuerdas, rajando el silencio, un ritmo casi sobrecogedor, seductoramente oscuro, los platos de la batería acompañan de una manera hechizante, increscendo, el bajo con un cargante sonido metálico arrastrando un ritmo repetitivo, la voz de Thom Yorke, casi sinuosa, adelantando el desgarro que llegará como una vigorosa profecía, todo parece encaminarse a un salto al vacío, y el vacío llega, pero con una vaporosidad celestial, una voz delicada y soñadora, como sobrevolando inspiradoramente tanto una liberación como una condena. Es lo más parecido que he escuchado últimamente a una levitación hacia los cielos mientras lo que en realidad le espera es el infierno. Una redención imposible. Espera el sangriento y macabro infierno final. Es inevitable. Pero tengan cuidado porque el camino a la perdición es lo mejor. Los últimos treinta segundos son  una salida vertiginosa hacia la nada. No se lo pierdan, ni lo intenten. Salten al vacío y háganlo con los ojos cerrados.