viernes, 19 de febrero de 2010

Cuidándome

Pues eso, que acabo de descargar la foto que hice hace unos días y me he llevado una gran alegría recordando el momento y he decidido compartirlo con todos ustedes.

Resultó que me quedé solo en casa, sin señora ni niños, y tenía partidito de fútbol, pero en plan espectador, ya saben, sentadito y viendo a otros correr, y me dije: momento homenaje propio. Y ya ven, con unas cuantas patatas, un par de huevos, unos dientes de ajo y una sartén con aceite encima del fuego consigue uno darse uno de esos placeres que todavía nos reserva la vida.

Y es que de vez en cuando hay que darle gusto al cuerpo, quizás no tanto como lo hago yo, pero ustedes comprendan que yo siempre tuve el apetito muy por encima de mi capacidad de sacrificio. Lo que me ha obligado a sufrir el castigo eterno de poseer un flotador adosado a mi cintura continuamente. En fin...para disfrutar bien de la foto hay que pinchar en ella, que para disfrutar del plato ya estoy yo.



¡Madrecita mía, qué bueno!

2 comentarios:

David dijo...

Joder! La verdad es que tiene una pinta magnífica... menudo hambre me ha entrado, y es que a mí, como a ti, me encanta un buen plato de huevos con patatas fritas...

Pues nada, seguro que lo disfrutaste... y es que hay que disfrutar de la vida siempre.

Un abrazo cocinero

Salva dijo...

Sí que lo disfruté. Lo hice mientras cocinaba, mientras le hice la foto, mientras jalaba y días después cuando viendo la foto me acordé.