Puedo afirmar que Jesús Carrasco es el único escritor del que me he leído todas sus novelas publicadas. O eso creo, al menos todo lo publicado de lo que soy consciente. También es cierto que a esto ayuda que no es muy prolífico. Tan sólo tiene cuatro novelas publicadas. La casualidad hizo que me leyera su primera novela y ya todo fue seguir tirando del hilo.
Como digo comencé con su primera novela, Intemperie (2012), que me encantó. Había leído estupendas recomendaciones y un buen día me la crucé en la biblioteca y me la llevé a casa. Me la leí, quizás debiera decir que la devoré. Después de un tiempo la novela seguía en mi cabeza, y aunque no la tengo en casa, pues nunca me la he comprado para mí, sí que la regalé y la recomendé incansablemente.
Su segunda novela La tierra que pisamos (2016), me atraía algo menos, no sé, algo personal que algunas novelas tienen y otras no. Pero tan pronto se publicó me la compré. Se lo había ganado con su primera novela, y poco después me la leí. Me gustó, pero no me encantó, pero cuando el tema no te atrae, hay poco que hacer.
La última novela publicada, Elogio de las manos (2024) es la más personal de todas. Comenzó siendo un ensayo pero que -según afirmó- acabó siendo una narración autoficcional. Es también una muy buena novela y quizás la más divertida de todas y puede que también la más poética. No sé.
Tuvimos la fortuna en Fuengirola que Jesús acudiera a presentar este libro, y yo no falté para escucharle hablar y también para que me dedicara la novela, como así fue. Un placer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario