Se acercaba mi cumpleaños y empezaron a acumularse los acontecimientos alrededor de la fecha. Un par de días antes, el sábado, fuimos con mi familia para celebrar mi cumpleaños a un restaurante mexicano. Se me había ocurrido que podría ser algo divertido y que a los niños les gustaría eso de ponerse un sombrero mexicano y de que le cantaran rancheras, aparte de que siempre están predispuestos a las salsas picantes. Pero lo que más les gustó fue el momento en el que ponen a a todos los sentados en la mesa cogidos de las manos y nos dan calambre. Fue muy divertido.
Para bajar tan condimentada cena fuimos a pasear por el paseo marítimo y tomamos un helado haciendo tiempo mientras esperábamos los fuegos artificiales, pues era la noche de San Juan. No hay sitio mejor para ver los fuegos artificiales que el paseo marítimo.
Para bajar tan condimentada cena fuimos a pasear por el paseo marítimo y tomamos un helado haciendo tiempo mientras esperábamos los fuegos artificiales, pues era la noche de San Juan. No hay sitio mejor para ver los fuegos artificiales que el paseo marítimo.
Al día siguiente el plan no era menos animado. Por la mañana fuimos los cuatro a la playa y después del remojón y de tostarnos un buen rato al sol, nos acercamos al chiringuito a por un refrigerio, en mi caso una cerveza helada y a comer espetos de sardina. Todos teníamos muchas ganas de sardinas en espeto.
Esa misma noche Pepi y yo fuimos a un concierto en el Louie Louie RockBar en Estepona, The Liza Colby Sound. Una banda oriunda de Nueva York que hacían una extensa gira por España, con más de quince fechas, y yo que siempre estoy dispuesto para un concierto me apunté, Pepi quiso acompañarme por ser una ocasión especial.
The Liza Colby Sound es una mezcla de rock setentero, con una combinación de soul, blues y garage muy curiosa. Lo cierto es que lo pasamos bien, aunque se nos hizo un poco corto, pues duró poco más de una hora. A Liza Colby se la compara con Tina Turner y lo cierto es que lo entiendo, porque a ratos la veías por el escenario con su rubia melena rizada y sí que le daba un aire. Una voz potente, mucho carácter, y muy bonitas piernas. Pero del concierto me llevo en el recuerdo algunas de las intros y solos de guitarra que nos regaló el guitarrista Jay Shepard, un cd firmado y el deseo de que incluyan algunos de los temas que nos presentaron en su próximo cd.
Pero esto no fue todo. Al día siguiente, todavía tuve una celebración más, esta vez en casa, porque jugaba la selección española de fútbol un partido decisivo del mundial, y allí nos juntamos un buen número de familiares y amigos para ver el tercer partido de la fase de clasificación. El resultado no fue maravilloso España 2 - Marruecos 2, pero fue suficiente para acabar primeros de grupo, lo que nos mediría contra Rusia -la anfitriona del torneo- días después. Para poner punto y final de mi multicelebración de cumpleaños hasta soplé las velas. Gracias a todos.