Algunos sábados por la mañana cuando no tengo que realizar ninguna tarea ineludible suelo escaparme al rastro. Me gusta pasear por las mañanas, dar una vuelta cuando el sol aún no pellizca con tanta maldad. Pasear sin ningún rumbo fijo ni ningún objetivo previsto. Contemplando los puestos simplemente por el placer de pasear y la posibilidad de encontrar algo interesante. Libros y música es casi todo lo que acaparan mis adquisiciones en el rastro. Más de la mitad de los cds y los libros que atesoro los he comprado de segunda mano y a un precio irrisorio.
Le pregunté si la figura estaba también a la venta y me dijo que sí. También me contó que la había hecho él y que era algo más cara porque era buena madera de ébano. No sé si es cierto, soy un verdadero ignorante en clases de madera, pero es cierto que tenía mejor presencia que las otras, parecía más lisa y más oscura. El caso es que me la compré. Es como un fetiche africano que ahora tengo en la estantería junto a la mesa de noche y es al que a veces le pido que el silencio que tanto añoro llegue a mí.
PD: Por ahora no parece que mis plegarias tengan mucho efecto, la verdad, y empiezo a sospechar que como tiene los oídos tapados igual no me escucha.