sábado, 13 de enero de 2018

Fin de año en Granada

De repente pasa mucho tiempo sin pisar una ciudad y una vez que la visitas todos los destinos parecen llevarte a ella. Ya sea un concierto, llevar los niños a ver la nieve, visitar el Parque de las Ciencias o la Alhambra, en estos últimos años nos ha tocado venir a Granada en varias ocasiones, pero cada vez que hemos ido hemos disfrutado de una pequeña parte diferente de la ciudad.

En esta ocasión fuimos a pasar el fin de año, con la familia de mi mujer, que incluye un buen montón de niños, entre ellos los míos. Fueron un par de noches, suficientes para pasar el final del año. La idea era pasar juntos estas fechas.

Lo cierto es que éstas son las cosas que uno se va a llevar, lo que va a quedar para el futuro, para el recuerdo. La vida te va dejando sitios para colocar los días y hay días o momentos que tienen un lugar preferencial. A veces sabes que lo son en el mismo instante en que lo estás viviendo, otras en cambio no hasta que ha pasado un tiempo.

Este fin de año es un extraño cruce de ambas. Sabía que todos íbamos a recordar ese viaje, porque bueno, los viajes se suelen recordar. La fiesta de fin de año fue muy divertida, los niños adueñándose de la pista de baile, todo sonrisas y ganas de bailar. ¡Dándolo todo como dicen ahora! Pero además con el paso de los días el recuerdo de esos momentos vividos han ido, como un globo aerostático inflándose de aire caliente, ascendiendo en nuestros recuerdos.

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