lunes, 19 de noviembre de 2012

Wisława Szymborska

No había escuchado hablar de ella, como supongo que también le ocurrió a la gran mayoría de las personas de a pie, hasta que ganó el Premio Novel de Literatura en 1996. Pasado un tiempo, leyendo poemas de por aquí y por allá en Internet, me crucé con un poema suyo que me encantó, aquel poema me abrió definitivamente la puerta a su obra y desde entonces he seguido visitándola ocasionalmente, entusiasmado por "el descubrimiento".

El poema que elijo para hoy no es aquel que me introdujo en su mundo, y no está siquiera entre mis favoritos, pero aun así me gusta y desde que mi madre está hospitalizada por un problema de corazón, le he cogido cierto cariño. Espero que les guste:

A mi corazón el domingo

Gracias te doy, corazón mío,
por no quejarte, por ir y venir
sin premios, sin halagos,
por diligencia innata.

Tienes setenta merecimientos por minuto.
Cada una de tus sístoles
es como empujar una barca
hacia alta mar
en un viaje alrededor del mundo.

Gracias te doy, corazón mío,
porque una y otra vez
me extraes del todo,
y sigo separada hasta en el sueño.

Cuidas de que no me sueñe al vuelo,
y hasta el extremo de un vuelo
para el que no se necesitan alas.

Gracias te doy, corazón mío,
por haberme despertado de nuevo,
y aunque es domingo,
día de descanso,
bajo mis costillas
continúa el movimiento de un día laboral.

De "Mil alegrías - Un encanto- " 1967
Versión de Gerardo Beltrán

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