domingo, 30 de julio de 2017

The Pretenders en Marbella

Apenas una semana después de disfrutar del concierto de Sting en Fuengirola, acudí al festival Starlite de Marbella, junto con mi amigo Miguel, para ver The Pretenders. Un cita que no podía dejar pasar.

La banda británica liderada por Chrissie Hynde siempre hizo música de mi agrado. He de reconocer que tenía ciertas dudas sobre el estado de la voz de Chrissie Hynde, pero desde el primer tema todas las dudas se esfumaron.  Chrissie tiene un pasado de excesos importante, pero también de superación, no en vano ahí está. Carácter nunca le ha faltado.

Lo primero que me llamó la atención del concierto fue la insistencia que pusieron en que no se se hiciera uso de los móviles durante la actuación. Lo dijeron por megafonía, colocaron carteles, e incluso proyectaron un texto en las pantallas junto al escenario advirtiendo la prohibición de la utilización de los móviles. En realidad, en practicamente todos los conciertos te advierten que está prohibido grabar y hacer fotografías, pero aquí lo remarcaron con insistencia.

El concierto comenzó. Chrissie salió con su habitual actitud rockera: baqueros ajustados, botas, cinturón negro, chaqueta roja y camiseta de Elvis. Toda una declaración de intenciones. Venía a dar guerra. Y la dio.

Chrissie comenzó la actuación más pendiente de que no se utilizasen los móviles que de otra cosa. Señalaba a quien veía usando un móvil para que se lo hicieran guardar, o en caso de negarse a abandonar el recinto. La jefa no quería ver a nadie "texting" mientras ella cantaba. Si quieres rock aquí estamos, si quieres text, get out! Esas son mis reglas. Lo dejó claro. Y ganó.

A partir de ahí todo fue sobre la seda. Una gran banda, defendiendo buenos temas, perfectamente trabajados, con ganas de agradar, y un público que había venido a lo que se viene a un concierto: ¡a disfrutar de la música en directo!

El repertorio fue completísimo: Don't get me wrong, Kid, Hymn to her, Let's get lost, Brass in pocket, Back on the Chain Gang, I'll stand by you... y muchas más. Creo que todos nos fuimos contentos, incluidos todos los de la banda.

viernes, 21 de julio de 2017

Sting en Fuengirola

Fue una sorpresa. No hubo ni rumores ni nadie lo esperaba. De repente lees en la prensa que Sting tocará en Fuengirola, donde presentará su último lanzamiento 57th & 9th. Algo que unas horas antes me hubiera parecido inverosimil, inesperadamente va tomando cuerpo poco a poco en mi cabeza. Se anunciaron además que también visitaban nuestra localidad Jamie Cullum, Michael Nyman o los Beach Boys, entre otros. Demasiados conciertos para tan poco tiempo. Hay que elegir. Mi economía no estira para tanto.

El elegido fue Sting. A Jamie Cullum ya lo había visto en dos ocasiones -ambas muy satisfactorias- y a Nyman también en una ocasión. Pero el elegido fue Sting. No iba a ser, a priori, su mejor gira, pero siempre quise ver a Sting.

El concierto me gustó mucho, si acaso, por ponerle una pega, es que fue justito de tiempo. Un par de canciones más en el bis, y ya todos hubiésemos salido plenamente satisfechos.

Las entradas que compramos resultaron estupendas. Centradas a más no poder en la única grada que colocaron expresamente para los conciertos de verano. Detrás del escenario el mar y la noche estrellada. El ambiente era estupendo y la puesta en escena no defraudó.

Antes de Sting tocó Ara Malikian, que te deja cansado de verlo corretear de un lado para otro del escenario con el violín entre las manos. Da miedo imaginar que se caiga en uno de sus acrobáticos saltos y rompa el violín.

Sting salió puntual -no esperaba menos de un británico-. Consultando los setlist de conciertos anteriores puedes comprobar que conforme ha ido avanzando la gira, el repertorio ha ido dejando atrás las canciones del nuevo disco y ha ido añadiendo los grandes clásicos que Sting y The Police atesoran en sus álbunes. Sting aún mantiene aún ágil sus cuerdas vocales.

El comienzo fue animado, con Synchronisity II, If I ever lose my faith in you y Spirits in a material world. Su tema ya clásico, English man in New York, me dejó algo descolocado, la cambiaron demasiado para mi gusto. Luego todo fue sobre ruedas hasta Shape of my heart, que fue uno de los momentos del concierto. Muy bien interpretada. Sólo esta canción ya valía la entrada. Me emocionó.  Sting siguió visitando sus discos, saltando de uno a otro a lo largo de toda su carrera, hasta acabar con Roxanne. Todos esperábamos que regresara al bis, faltaba el que es su gran éxito. Regresó e interpretó Every breath you take, pero para mi gusto el colofón llegó con Fragile, con Sting solo en el escenario, guitarra en mano. Una maravilla.

El setlist resultante fue muy equilibrado, incluso hubo tiempo para que su hijo, que le servía de coros durante el concierto, rindiera homenaje a David Bowie, con una estupenda y personal interprestación de Ashes to ashes. Se despidió y eché en falta uno de mis temas favoritos: Mad about you. Lástima. Otra vez será.