viernes, 29 de junio de 2018

La multicelebración

Se acercaba mi cumpleaños y empezaron a acumularse los acontecimientos alrededor de la fecha. Un par de días antes, el sábado, fuimos con mi familia para celebrar mi cumpleaños a un restaurante mexicano. Se me había ocurrido que podría ser algo divertido y que a los niños les gustaría eso de ponerse un sombrero mexicano y de que le cantaran rancheras, aparte de que siempre están predispuestos a las salsas picantes. Pero lo que más les gustó fue el momento en el que ponen a a todos los sentados en la mesa cogidos de las manos y nos dan calambre. Fue muy divertido.

Para bajar tan condimentada cena fuimos a pasear por el paseo marítimo y tomamos un helado haciendo tiempo mientras esperábamos los fuegos artificiales, pues era la noche de San Juan. No hay sitio mejor para ver los fuegos artificiales que el paseo marítimo.

Al día siguiente el plan no era menos animado. Por la mañana fuimos los cuatro a la playa y después del remojón y de tostarnos un buen rato al sol, nos acercamos al chiringuito a por un refrigerio, en mi caso una cerveza helada y a comer espetos de sardina. Todos teníamos muchas ganas de sardinas en espeto.


Esa misma noche Pepi y yo fuimos a un concierto en el Louie Louie RockBar en Estepona, The Liza Colby Sound. Una banda oriunda de Nueva York que hacían una extensa gira por España, con más de quince fechas, y yo que siempre estoy dispuesto para un concierto me apunté, Pepi quiso acompañarme por ser una ocasión especial.

The Liza Colby Sound es una mezcla de rock setentero, con una combinación de soul, blues y garage muy curiosa. Lo cierto es que lo pasamos bien, aunque se nos hizo un poco corto, pues duró poco más de una hora. A Liza Colby se la compara con Tina Turner y lo cierto es que lo entiendo, porque a ratos la veías por el escenario con su rubia melena rizada y sí que le daba un aire. Una voz potente, mucho carácter, y muy bonitas piernas. Pero del concierto me llevo en el recuerdo algunas de las intros y solos de guitarra que nos regaló el guitarrista Jay Shepard, un cd firmado y el deseo de que incluyan algunos de los temas que nos presentaron en su próximo cd.

Pero esto no fue todo. Al día siguiente, todavía tuve una celebración más, esta vez en casa, porque jugaba la selección española de fútbol un partido decisivo del mundial, y allí nos juntamos un buen número de familiares y amigos para ver el tercer partido de la fase de clasificación. El resultado no fue maravilloso España 2 - Marruecos 2, pero fue suficiente para acabar primeros de grupo, lo que nos mediría contra Rusia -la anfitriona del torneo- días después.  Para poner punto y final de mi multicelebración de cumpleaños hasta soplé las velas. Gracias a todos.

domingo, 17 de junio de 2018

Captain Ivory en Estepona

Suelo estar atento a las bandas que puedan tocan por los alrededores de mi localidad por si hay algo que me pueda interesar. De vez en cuando encuentro alguna agradable sorpresa. La banda originaria de Detroit, Captain Ivory, es un claro ejemplo.

Leí en Internet que venían Captain Ivory a Estepona, al Louie Louie Rockbar, donde ya he estado disfrutando de conciertos en más de una ocasión. No conocía a Captain Ivory,  pero hoy día con Spotify casi cualquier banda está al alcance de un clic. Descubrí que tenían publicados dos álbumes y leí en Instagram que venían a presentar su tercer disco de larga duración. Lo que había escuchado me estaba gustando bastante. De manera que mi cuñado -mi socio habitual de diversiones rockeras- y yo nos presentamos allí.

El concierto fue maravilloso. Comenzaron con un par de canciones del nuevo disco que en ese momento ni había escuchado pues aún no habían publicado el último disco y aún así me parecieron grandes temas. Repasaron sus dos álbumes anteriores e hicieron alguna versión. Un repertorio muy bien medido.

El cantante, Jayson Traver, además de ser un guitarrista muy saneado, tiene una voz vigorosa y versátil. Robbie Bolog es el guitarrista principal, alma rock del grupo y el que me puso la carne de gallina en más de una ocasión, Brett Smith el sonriente bajista y como batería no les acompañaba su batería habitual, pero lo cierto es que fui incapaz de distinguir ninguna diferencia musical.

Créanme si les digo que se entregaron y dieron un concierto que me llevaré para siempre. Antes y después del concierto pudimos compartir unas palabras con los músicos. Me traje el cd firmado para  casa y también una camiseta de recuerdo. Ojalá vuelvan pronto.

Les comparto un vídeo.


viernes, 8 de junio de 2018

Silvia Pérez Cruz en el Teatro Cervantes

Un mes después del concierto de Luz Casal llegaba a Málaga el concierto de Silvia Pérez Cruz. En esta ocasión sí que hacía tiempo que habíamos adquirido un buen par de entradas en el patio de butacas. Además muy buenas, centradas y en las primeras filas.

Era mi primera ocasión con Silvia, y se presentaba en un formato algo distinto a lo habitual. Un quinteto de cuerda: dos violines, una viola, un violonchelo y un contrabajo. De manera que presentaba las canciones adaptadas a la nueva presentación. Según explicó le apetecía desnudar sus canciones y devolverlas a como vinieron al mundo, porque muchos de sus temas nacen acompañados con su voz y una guitarra, y poco a poco van creciendo y se le van añadiendo instrumentos y cambios hasta que se hacen adultas y salen a la luz.

Este concierto, o mejor dicho, esta gira, Vestida de nit, -según explicó la propia Silvia- era un poco volver atrás, olvidarse de lo anterior y comenzar de nuevo. Un regreso al origen de las canciones. También fue explicando  un poco por encima cosas distintas de las canciones: como se le ocurrió la letra, de qué manera nació la idea o bajo qué circunstancias creó tal o cual canción, porque algunos temas de Silvia han sido por encargo y han servido de bandas sonoras de películas.

Silvia Pérez Cruz igual te canta en castellano, que en inglés, en portugués o en gallego. Toca muchos palos, para mucha gente demasiados, pero a mí me gusta ese atrevimiento, esa versatilidad creo que la enriquece tanto a ella como a su música. Cantó Hallelujah de Leonard Cohen, y ya con eso me ganó, pero también Mechita, Loca o No hay tanto pan. Disfruté el concierto enormemente. Vuelve pronto Silvia.