domingo, 23 de mayo de 2021

Finales felices

La vida da mil vueltas, lo que parece imposible se consigue, y lo que se insinúa cercano y sencillo se complica de tal manera que lo hace inalcanzable. Nada es permanente y lo que puede ser en muchos casos una desgracia o un revés, en realidad es lo que hace que esto que llamamos vida, tenga chispa. Nada está preestablecido, nada es seguro, lo que un día tienes se puede ir y lo que siempre anhelaste y se esfumó aparece cuando menos lo esperabas. Es el azar de la vida. La moneda que se cae y se pierde, alguien la encuentra. Una vez que la moneda es lanzada cualquier cosa puede ocurrir.

El caprichoso azar separó a mi hermano con su amor de juventud. Ella se marchó lejos y él la guardó en el cofre de bonitos recuerdos en una esquina del olvido. Los años pasaron, la vida subió y bajó pendientes, cada cual hizo su vida, a miles de km de distancia y un buen día, sin indicio ni sospecha, ese mismo azar que los apartó los volvió a unir.

En un día espectacularmente luminoso y en un entorno idílico mi hermano se unió en matrimonio con su primer amor. Hubo mil inconvenientes, mil piedras donde tropezar e incluso una pandemia con sus mascarillas por medio, pero el destino, a veces, ofrece finales felices.