Cuando lees un libro que te gusta, estás deseando comenzar otro del mismo autor. Es algo que normalmente ocurre, es casi un pensamiento directo, correlativo. Si una cosa te gusta, lo evidente es continuar. Pues en cuestión de lecturas yo lo evito. Me gusta darles tiempo a las lecturas. Intento, sin otra razón aparente, salvo un capricho personal, ir saltando autores, incluso voy más allá y suelo intentar saltar autores y épocas. Me gusta ir pasando de lecturas contemporáneas a clásicas, pero también mezclar entre narrativa con poesía o ensayo. Además, me gusta salpicar lecturas de autores hispanoparlantes con autores de lengua extranjera. Soy así, particular y antojadizo.
Después de leer Blancura de Jon Fosse, me quedé con ganas de leer otro de sus libros. Pero, como digo, pasé a otro tipo de lectura. Sin embargo, semanas después, pasé por la biblioteca y cuando vi este libro, no pude evitar llevármelo a casa. Se me quedó enganchado de tal manera, que comencé a leerlo allí mismo.
Mañana y tarde es un libro corto, una lectura breve, pero intensa, con ese aire de misterio e hipnotismo que desprende la escritura de Jon Fosse. ¿Es un cuento? No diría tal, pero sí que tiene el aire de un cuento. ¿Es una novela de misterio? ¿de ciencia ficción? Sí, pero no. ¿Entonces qué es? Quizás cada persona pueda entenderla de manera distinta, quizás lo mejor sea leerlo y sacar sus propias conclusiones. O no.
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