sábado, 4 de mayo de 2024

Días de debut

Mi hijo juega al fútbol, desde pequeñico, siempre ha sido un poco brutote y también bastante inquieto, lo que ahora llaman hiperactivo, aunque yo prefiero llamarlo movido. El caso es que lo apuntamos a una escuelita de fútbol con la idea de que desfogara, de que quemara parte de su energía diaria correteando detrás de un balón.

Como ponía mucho entusiasmo y le gustaba, pues fue destacando y estaba como loco por apuntarse a un equipo federado. Ya algún amigo del colegio estaba apuntado y eso acrecentó sus ganas. Lo llevamos a unas pruebas del equipo más cerca de casa y no lo cogieron. Lo pusieron de defensa y él solía jugar de delantero en el cole. Apenas le llegó un balón. Nada más salir me dijo, el año que viene volvemos a probar. Volvimos y esta vez destacó. Así que se federó.

Desde entonces tres horas de entreno semanal, más los fines de semana con partidos de Liga. Ha ido avanzando todas las categorías, prebenjamín, benjamín, alevín, infantiles y ahora cadete ya de segundo año. 

En este final de temporada el entrenador del Juvenil Preferente, el Pibe, lo llamó para jugar un partido fuera de casa. El equipo ya estaba prácticamente salvado, que era el objetivo de la temporada tras un catastrófico inicio de temporada. Partido de la jornada 29 contra el Dos Hermanas San Andrés. Jugó con el número 2 a la espalda, de lateral izquierdo cuando él no es zurdo, pero no le importó. Fue titular y jugó todo el partido, 6-3 fue el resultado final. Una derrota intrascendente. En mi subjetiva opinión hizo buen partido y se llevó una amarilla que estaba bien hecha.

La semana siguiente Enzo, el entrenador del Senior, lo llamó para jugar contra el Trabuco. Debutó en Primera Andaluza con el Senior, que son palabras mayores, con 15 años aún. Era un partido intrascendente para el Athletic y clave para el Trabuco. El Athletic ya estaba descendido y el CD Trabuco estaba dos puntos sobre el descenso. Sólo les valía ganar.  El resultado reflejó las necesidades de cada equipo, 6-0, a pesar de que el partido llegó al descanso con un 0-0. Miguel entró mediada la primera parte y jugó hasta mediada la segunda parte. Jugó de mediocentro y a mi juicio lo hizo bien, y estuvo a punto de marcar un golazo!

Jugar en un Primera Andaluza con 15 años no es ninguna tontería como experiencia y otro empuje para seguir con ganas de continuar compitiendo.

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