Para la segunda jornada del festival teníamos pensado ir algo más temprano. Intentar estar allí incluso antes de que abrieran las puertas porque nuestra intención era estar delante, muy delante, a ser posible en la primera fila para ver a Nick Cave and The Bad Seeds. ¡Y vaya si lo conseguimos!
Conforme abrieron las puertas, sin entretenernos, fuimos directos hacia el escenario Sunrise, el escenario principal y más grande. Eran las cinco de la tarde y el sol caía vertical pellizcando la piel y golpeando la cabeza pero ya se sabe que quien algo quiere algo le cuesta.
A las 20:55 como estaba anunciado en el horario del festival pisó con fuerza el escenario el incomparable Nick Cave junto a sus malas semillas. Tampoco era mi primera vez con Nick Cave. La vez anterior fue irrepetible, en el Teatro Cervantes de Málaga, junto con la banda Grinderman pero presentando canciones de The Bad Seeds, allá por 2007. Una rara avis. Fue maravilloso. Mantengo un maravilloso recuerdo de aquel concierto.
Sobre el escenario como malísimas semillas estaban acompañando a Nick Cave, su inseparable multinstrumentista Warren Ellis, a la percusión el clásico Bad Seed Jim Sclavunos, Martyn Casey al bajo, George Vjestica a la guitarra, Toby Dammit a batería, a los teclados, sustituyendo al insustituible y tristemente fallecido Conway Savage, una bellísima y joven Carly Paradis y tres coristas de color.
El concierto comenzó con Get Ready For Love, lo que parecía una declaración de intenciones. El público enloqueció. Comenzaron a caer una ligera y tímida lluvia que más que enturbiar el ambiente alivió el calor del día. Nick Cave se volcó con su público completamente entregado desde el primer momento. Se colocó en el foso, delante de mis narices, con su alargada figura, las manos en alto y el micro en el bolsillo. Parecía estar disfrutando de un éxtasis. En sus mirada se podía sentir que estaba gozando. Un sonido más que sobresaliente, excelente, una voz desgarrada, potente, vigorosa. Nick Cave no se guardó nada, lo que tenía lo entregó. Derrochó sentimientos de emoción. Una de las interpretaciones mejores que jamás vi. La carne de gallina himno tras himno. Porque las canciones de Nick Cave eran canciones antes del concierto, durante la actuación mutaron en himnos. O Children, Jubilee Street, Red Right Hand, The Mercy Seat, Higgs Boson Blues, City of Reguge, White Elephant, Into My Arms, Vortex... ¡Todas! ¡Maravillosas! Sin duda el concierto del Festival. Dos horas y media de maravillosa locura musical.
Antes de que terminaran, o mejor dicho, mientras iban terminando fuimos abandonando el recinto, el día había sido largo y para mí inolvidable. Todavía había que hacer la cola del autobús, volver hasta Fuengirola y gracias que esa noche Francisco me acercó a casa con su coche. La entrada ya estaba amortizada, pero todavía nos quedaba la traca final al día siguiente.
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