domingo, 30 de julio de 2023

Loquillo en la Malagueta

Al día siguiente de ver a Norah Jones en la cantera del Starlite tenía un concierto de Loquillo en la plaza de toros de La Malagueta. El salto estilístico es enorme. De una dulce diva del jazz melódico a un viejo dandi del rock visceral. Eso sí, ambos saben bien lo que se hacen sobre el escenario.

El año anterior mi amigo Óscar y yo pillamos entradas para el concierto que iba a dar el Loco en Fuengirola, pero el concierto se suspendió y nos quedamos con las ganas, así que cuando se anunció el concierto de Loquillo en Málaga, nos apuntamos pero para esta ocasión con las mujeres. Incluyendo reserva de mesa previa al concierto.

El loco vino con un clásico escenario de toda la vida, sin pantallas ni efectos más allá de las habituales luces, acompañado de una magnífica banda, bien arropado por muchos de sus socios habituales, sus cómplices del buen hacer. Arrancó el concierto con varias de sus nuevas canciones: Los buscadores, Línea clara, o Sol. Siguió presentando sus nuevos temas pero la mayoría de los asistentes estábamos esperando sus clásicos. Llegó El rompeolas, la enérgica Carne para Linda, o la siempre divertida Rey del Glam. Esto animó al público. Un par de sus éxitos más modernos como son El Rey,  salpicados con clásicos como El ritmo del garaje, o la vital Feo, fuerte y formal. El Loco sigue presentándose con un elegante traje oscuro  y sigue dando sus pasos de baile. Se le veía tan animado como siempre a sus 62 años.

La traca la dejó para el final, sus dos himnos llegaron en el descuento. Todos estábamos esperando los bises que se nos hicieron cortos. Rock and Roll Star y Cadillac Solitario. Dos canciones que definen y justifican una carrera musical.

Aún tengo muy presente aquel primer concierto al que asistí de Loquillo, allá por 1990  en la VII ciclo de las Serenatas de la Luna Joven. Llegaba acompañado de sus inseparables Trogloditas, y se celebró también en La Malagueta. No tengo recuerdo de la fecha exacta, pero no andaba muy lejos de aquellos días de aquel verano, y aunque no encuentre rastro por Internet, les aseguro que el concierto existió. En aquella ocasión pisé la arena, en ésta nos situamos en la grada. Los años pasan para todos. Pero allí estuve siendo aún muy joven, casi imberbe, rockeando en mi primer concierto en La Malagueta, luego han venido muchos más, y muchos más que espero que estén por llegar. Gracias Loco.


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