miércoles, 14 de abril de 2010

Esperando

Fue el gran Groucho Marx el que afirmó en el prólogo de su libro Memorias de un amante sarnoso aquello de: "Escribí este libro durante las largas horas de espera en que mi mujer se vestía para salir. Y si nunca se hubiera vestido, nunca lo habría escrito."










Puedo imaginar al autor de la silla, navajilla multiusos en mano, diciendo: cariño, te espero junto al árbol.





Pd: ahora me arrepiento de no haber estudiado un par de carreras mientras esperaba a mi mujer.

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