Hoy hace tres años este blog estaba de celebración. ¡Qué buenos recuerdos! Fue el principio de lo que afortunada y merecidamente se nos venía encima. Y que siga...
Hacía la tira de años que tenía pendiente ver la película Kids, opera prima del siempre polémico Larry Clark. Por fin lo hice y resultó ser lo esperado, es decir, un controvertido largometraje de sexo casual, drogas, skateboarding y post-grunge neoyorkino.
Un buen día de 1963 al prolífico Camilo José Cela se le ocurrió, supongo, escribir un libro sobre fútbol, quizá desde el principio había decidido que serían cuentos, y quizá, puede que también de antemano, lo imaginó como una alineación ideal de once cuentos.Marina Marbella from jetcom on Vimeo.
Ahora, una vez leída la novela, creo que es indiferente la forma de enfrentarse a ella, y quizás lo mejor hubiese sido haberlo hecho de un tirón, como con cualquier otro libro, pues para eso tenía a mi alcance las tres entregas. En cambio, lo que sí recomendaría, y he de decir que en realidad no tiene ninguna influencia práctica en la lectura de esta novela, es leer, antes de iniciar tan magna obra, la novela años antes publicada por Marías, Todas las almas, pues el personaje principal de ambas novelas es el mismo. Ya digo que no tiene relevancia, y que se entiende perfectamente e indiferentemente de si se ha leído con anterioridad o no, pero como yo soy un poco quisquilloso con estas cosas y me gusta ir por orden, entonces, consecuentemente así lo recomiendo.
Durante el reciente fin de semana en Chiclana aproveché, lo mejor que pude, el tiempo tumbado en la arena de la playa y la hamaca de la piscina y después también en la cama de la habitación leyendo el libro Novecento de Alessandro Baricco. Una novela breve o más bien un relato largo, en forma de obra de teatro para un sólo actor, o quizás para un monólogo, qué importa, todo eso da igual, lo verdaderamente importante es que es una buena historia, bien contada, de una manera conmovedora y muy poética, con una pincelada fantástica, bastante romántica, pero no de un amor empalagoso, sino un amor a las atractivas circunstancias personales de la vida del protagonista. No puedo contar mucho más allá porque no me gusta destripar historias, sobretodo cuando es tan sencilla y a la vez tan intensa como ésta.