Uno de los conciertos que estaban programados en el Marenostrum de Fuengirola para la temporada estival era el que ofrecería Danza Invisible en el idílico entorno del Castillo. Mi mujer y yo habíamos pensado en ir al concierto pero no terminamos de decidirnos. Los días fueron pasando y poco a poco la fecha del concierto se aproximaba. Anunciaron que quedaban pocas entradas a la venta y nos entró casi de repente unas ganas renovadas de acudir al concierto.
Pero el concierto no sólo era especial por volver a vivirla 30 años más tarde, sino que además iban a tocar arropados con la Fuengirola Very Big Band. La mezcla de vientos con las canciones de Danza Invisible funcionaron estupendamente.
La noche agradable, la estupenda compañía, la cerveza fría y la música lograron en conjunto que disfrutáramos de una noche maravillosa e inolvidable.
Pd: Ah, se me olvidaba comentar que también repitieron los mismos teloneros, que fueron Currito y Los Escombros.
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